Una candidatura de izquierda antinacionalista prepara el salto a las europeas

La impulsan los responsables del ‘think tank’ El Jacobino, que integra exmilitantes de IU, PSOE, C’s y UPyD

Un acto de El Jacobino contra la ley de amnistía (Foto: Europa Press).
Un acto de El Jacobino contra la ley de amnistía (Foto: Europa Press).
  1. Cambio de marca
  2. La izquierda traicionada 
  3. Progresista y fuertemente social
  4. España plural pero no plurinacional
  5. La “chapuza” de la Ley Trans

 

La plataforma El Jacobino, que nació hace tres años y medio como canal de Youtube y evolucionó a think tank, encara ahora un tercer estadio como organización política. Se definen como un movimiento progresista comprometido con los valores clásicos de la izquierda y en particular con la igualdad cívica, motivo por el cual se oponen frontalmente a los nacionalismos y a los privilegios territoriales que comporta el sistema autonómico actual. Tratan, así, de representar a “la gente huérfana de la izquierda”, votantes que no se sientan cómodos con los “peajes” que otros partidos de este espectro ideológico pagan al separatismo, en palabras de su fundador, el abogado Guillermo del Valle

Meses después de inaugurar su primera sede en Madrid, en la calle Santa Tecla, su hoja de ruta pasa ahora por la consolidación de la estructura organizativa para concurrir a las elecciones al Parlamento Europeo, que se celebrarán del 6 al 9 de junio de 2024. Por las particularidades de estos comicios, se trata de una forma más asequible de obtener representación: por un lado, hay una circunscripción única para todo el país; por otra parte, consideran que los votantes se permiten un voto más heterodoxo que en sufragios de carácter nacional, regional o local. 

Cambio de marca

En la actualidad se encuentran preparando un documento con los 30 puntos programáticos que definan la arquitectura ideológica del partido y estudiando un probable cambio de nombre. Del Valle reconoce que, en la sociedad de la imagen, no importan solo las ideas y las personas, sino también el enganche de la marca. Por ello, están consultando con expertos en márquetin político la posibilidad de bautizar con un nombre diferente este incipiente partido. Aunque no está del todo decidido, indican que "seguramente" mantengan el think tank actual, para alimentar la reflexión, el debate político y el contraste de ideas. 

El próximo paso en su hoja de ruta consistirá en consolidar su estructura organizativa y recabar los avales necesarios para poder presentarse. Para ello, necesitan acreditar las firmas de 15.000 electores o de 50 cargos electos; aún no han decidido cuál de estos procedimientos seguirán. Comunican a EDC que empezarán a pedirlos a finales de año o comienzos de 2024, en los plazos que estipule la ley.  

La izquierda traicionada 

Antes de la consecución de los avales, Guillermo del Valle está centrado en la presentación de su libro, La izquierda traicionada: Razones contra la resignación, que se publicará el 15 de noviembre en la editorial Península. La obra, actualmente en preventa y a punto de entrar en imprenta, cuenta con el respaldo del economista Juan Francisco Martín Seco, secretario general de Hacienda durante parte del Gobierno de Felipe González, que más tarde se desligó del PSOE y tomó posiciones más cercanas a Izquierda Unida, de la que también se ha desvinculado. Es el referente económico de El Jacobino y autor del prólogo del libro; el epílogo, por su parte, corre a cargo del escritor y académico Félix Ovejero, uno de los fundadores de Ciudadanos “cuando eran de centro-izquierda”. El libro se presentará en Madrid la semana de su salida a la venta; más adelante, en Barcelona, y están estudiando hacerlo también en Sevilla, Valencia, Cádiz, Asturias y Valladolid.

Progresista y fuertemente social

Desde El Jacobino critican el empleo que hacen otros partidos del concepto de izquierda como etiqueta vacía o capricho retórico, frente al cual reivindican una izquierda de progreso y “fuertemente social”, con pilares como el trabajo, la redistribución de la riqueza, la laicidad y el Estado social. Se desmarcan así de los nuevos proyectos que están surgiendo en el espacio de centro, como Nexo o La Tercera España, con los que consideran que no tienen nada que ver y descartan posibles coaliciones preelectorales, pues su “único pacto es con los ciudadanos críticos de izquierdas”. 

No rechazan, sin embargo, ulteriores acuerdos con otros partidos sobre propuestas concretas. Insisten en que estos hipotéticos pactos serán “siempre sobre contenidos”, y admiten la posibilidad de firmarlos también con partidos conservadores, si consideran razonables las propuestas. Añaden que, como demócratas, “no buscan borrar del mapa a la derecha”, aunque rehúsan un Gobierno de derechas o una gran coalición PP-PSOE

En sus filas cuentan con desencantados de otros partidos, sobre todo de IU, también algunos del PCE, del PSOE y de la corriente más socialdemócrata de Ciudadanos y UPyD, y, en menor medida, de Podemos. Tienen asimismo buena sintonía con el sindicalismo —están en contacto con Javier López de Comisiones Obreras, y su Consejo de Dirección engloba también a gente vinculada a organizaciones sindicales—, pero son críticos con su deriva actual y su complicidad con los nacionalismos y los posicionamientos de la “izquierda cantonal” que rompen la unidad de los trabajadores.

 

España plural pero no plurinacional

También toman distancia con los partidos de la llamada España vacía o España vaciada.  Reconocen que existe un “problema demográfico indudable” que, no obstante, se ha de abordar como cualquier otro problema social: con una perspectiva de conjunto, bien común, redistribución de transferencias y solidaridad interterritorial. Por ello, defienden una propuesta que combine desconcentración territorial con la centralización, con un mercado laboral o sistema sanitario únicos y políticas que compensen las desigualdades, para evitar competencia fiscal entre comunidades. 

En este sentido, Del Valle denuncia las consecuencias negativas de una amnistía que supondría un “precio oneroso” para los ciudadanos y una nueva vuelta de tuerca al “chantaje explícito” de los partidos nacionalistas como ERC y Junts, que parecen “rivalizar para ver quién hace más chantaje”. Admite, en cualquier caso, que los bandazos y la falta de consistencia ideológica de Pedro Sánchez hace difícil especular sobre este asunto.

La “chapuza” de la Ley Trans

Una de sus posturas más polémicas reside en su rechazo a la Ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI, más conocida simplemente como Ley Trans, que califican de “chapuza”. Aunque defienden la igualdad de derechos y deberes frente a todas las discriminaciones, y en particular la discriminación que padecen las personas trans, impugnan la confusión en el plano biológico-social que genera esta normativa. Asimismo, sostienen que la autodeterminación es un concepto “profundamente liberal”, que los estereotipos de género van contra la igualdad real, y que las leyes identitarias pueden llegar a ser antifeministas y antimaterialistas. 
 

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