Casado está dispuesto a ceder la presidencia de Castilla y León a Ciudadanos a cambio de Madrid y Murcia
El objetivo es conservar los feudos del presidente del PP y del secretario general, Teodoro García Egea. Fernández Mañueco, afín a Cospedal, sería el “daño colateral”
La noche electoral del 26 de mayo tiñó de rojo el mapa de España, con la victoria del PSOE en municipales y autonómicas. Pese a ello, al PP le salían los números para intentar recuperar Aragón y conservar tres de sus feudos históricos: Madrid, Murcia, y Castilla y León. Desde la ejecutiva nacional consideran vital presidir, al menos, dos de estas cuatro comunidades autónomas.
Según explican al Confidencial Digital dirigentes del PP bien situados en Génova 13, las dos regiones que el partido debe conservar, “sí o sí”, son la Comunidad de Madrid y Murcia. Y no solo porque en ambas los populares llevan gobernando desde hace 24 años, sino por la importancia que tienen ambos territorios para los primeros espadas del partido.
Así, la Comunidad de Madrid es “territorio de Pablo Casado”. Los orígenes políticos del actual presidente nacional se encuentran en el PP de la Comunidad y, además, de cara a las elecciones del 26-M, Casado situó como cabezas de lista a dos apuestas personales cuya llegada al gobierno se considera fundamental.
Los nombramientos de Martínez Almeida para el Ayuntamiento, y de Isabel Díaz Ayuso para la Comunidad provocaron no pocas reticencias a nivel interno. Casado, consciente de ello, ha reivindicado, tras la cita con las urnas, su decisión. Por ese motivo, “va a poner toda la carne en el asador para blindar ambos gobiernos”.
En el caso de Murcia, la ejecutiva nacional del partido ha dado carácter prioritario al objetivo de mantener la presidencia porque, de lo contrario, el número dos de Casado, Teodoro García Egea, podría quedar muy tocado.
Criticado por algunos barones regionales, García Escudero necesita mantener Murcia. Entre otras cosas, porque “un secretario general debe tener poder territorial, tal y como demostró María Dolores de Cospedal durante muchos años”.
Dispuesto a sacrificar Castilla y León
Madrid y Murcia son tan prioritarias para el PP que, incluso, Pablo Casado estaría dispuesto a ceder a Ciudadanos la presidencia del Gobierno en Castilla y León a cambio de blindar el mando en estas dos regiones.
El pasado miércoles, Alfonso Fernández Mañueco y Francisco Igea, candidatos de PP y Ciudadanos en Castilla y León respectivamente, sentaron las bases para un gobierno de coalición. En la reunión, se hablaron de “propuestas”, pero “no de personas”, por lo que el PP ha dejado abierta la posibilidad de que sea el líder de Cs el que presida la región.
Esa oferta, explican las fuentes consultadas, sería, en cierto modo, lógica, ya que Igea prefería, en un principio, pactar con el PSOE: “Para hacerle cambiar de opinión hay que ofrecerle algo grande”. Y, además, de esta forma, “se allana el camino en las regiones prioritarias”.
Mañueco, daño colateral
De prosperar ese acuerdo entre PP y Ciudadanos, el líder de los populares en Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, sería el principal perjudicado.
Desde Génova 13 recuerdan que el barón regional llegó al cargo avalado por María Dolores de Cospedal y Fernando Martínez Maíllo. En los últimos tiempos, además, se ha alineado con los barones más críticos con el presidente nacional, algo que “Casado también está teniendo en cuenta”.
En ese sentido, afirman las fuentes consultadas, “que Mañueco perdiera poder y solo fuese vicepresidente tampoco sería un drama”. Sobre todo, concluyen, si así se blinda las presidencias de Madrid y Murcia.
