El encuentro Feijóo-Abascal acabó en fracaso: el líder del PP le anunció que pretende gobernar en solitario y que intentará la vía del PNV

Alberto Núñez Feijóo se reunió con Santiago Abascal la semana pasada, en Madrid, pero en secreto y sin foto. El encuentro pretendía tomar contacto y compartir impresiones sobre el contexto político tras el resultado del 23-J, pero sirvió para constatar sus diferencias políticas. La reunión acabó en fracaso.

Mientras Vox culpa al PP, en público, de haber provocado, con sus mensajes de campaña, de que el bloque de la derecha no haya sumado una mayoría suficiente para poder gobernar, los respectivos líderes han intentado aproximar posturas en privado.

Desde el partido de Abascal han apuntado que el encuentro entre ambos dirigentes celebrado la pasada semana se desarrolló en el marco de las relaciones “cordiales” establecidas con Feijóo desde que tomó las riendas del PP, en abril del año pasado.

En el Partido Popular se han remitido a las declaraciones del líder del PP que, tras la reunión de la Junta Directiva Nacional, el lunes pasado, “ya dijo que había mantenido contacto con otros partidos”. Pero, hasta ahora, solo se había hablado de una conversación telefónica con Vox.

Feijóo quiere gobernar en solitario

Según ha podido saber Confidencial Digital, por fuentes conocedoras de la reunión, el encuentro secreto Feijóo-Abascal de la semana pasada acabó en fracaso. Cuentan que les dio pie a ambos para expresar sus líneas rojas de cara a la carrera que ha iniciado el PP hacia la investidura.

Si Vox se autoproclamó hace unos días “incompatible” con un acuerdo de gobernabilidad entre los populares y el PNV y, en general, con todos los nacionalistas con los que pudiera acordar el PP para llegar a La Moncloa, el líder popular le confirmó a Santiago Abascal que su plan solo pasa por “gobernar en solitario”.

Abascal exige formar parte del Gobierno

Constatadas las diferencias, según las fuentes consultadas por ECD, el PP va a priorizar al PNV frente a Vox para intentar sumar apoyos de cara a la investidura.

En Génova aseguran que la exigencia de Vox de entrar en el Gobierno impide un acuerdo. El líder de Vox respondió a Feijóo que no cuenten con ellos si no van a formar parte del Consejo de Ministros.

En el equipo de Alberto Núñez Feijóo insisten en que quieren hablar con todos los que le pueden ayudar a obtener una “mayoría suficiente” para gobernar. Y repiten que el PP debe gobernar en solitario, con apoyos parlamentarios.

El PP va a intentar la vía del PNV

Por eso, ha comenzado ya a sondear las posibilidades de tender puentes con Coalición Canaria y UPN, tal y cómo se contó en ECD, así como con los nacionalistas vascos, que son el partido fundamental para escalar desde una hipotética mayoría simple hasta el Gobierno, pese a que se negaron a hablar siquiera con el PP al día siguiente del 23-J.

Hay que recordar que Pablo Casado ya emprendió discretamente ese camino para intentar limar asperezas con el PNV, que sin, embargo, entonces, en solo una semana, pasó de apoyar los Presupuestos de Mariano Rajoy a votar a favor de la moción de censura en 2018.

En el año y medio al frente del primer partido de la oposición, Feijóo ha evitado retratarse junto a Abascal porque buscaba un reto: alcanzar una “mayoría incontestable” en las elecciones generales.

Ahora, fuentes políticas consultadas por Confidencial Digital revelan que Feijoo busca cerrar un acuerdo con el PNV y los partidos regionalistas (excepto con los independentistas de ERC y Bildu), conel objetivo de limitar al máximo la influencia de Abascal en la formación de un gobierno del PP.

El objetivo es una mayoría que amplíe la distancia con respecto a Vox y sume más que la izquierda, como para lanzarse a gobernar en solitario tras la investidura.

El intento fallido en Castilla y León

Con los resultados sobre la mesa, el escenario que dibujan en la dirección nacional del PP es no repetir el fallo que impidió al equipo de Pablo Casado y Alfonso Fernández Mañueco excluir a Vox del Gobierno de Castilla y León porque no se había negociado previamente al tratarse de un adelanto electoral.

Se trata de convencer a todos, en aquel caso salvo al PSOE (28 escaños) y a Unidas Podemos (1 escaño), para que se abstengan y permitan la investidura del presidente.

La mayoría absoluta en las Cortes de Castilla y León está en 41 escaños, que el PP y Vox superaban con 44 procuradores.

Pero Fernández Mañueco también habría sido elegido. con 31 votos a favor del PP, frente a los 29 en contra del PSOE y Unidas Podemos, si se hubieran abstenido todos los demás: Vox (13 procuradores), Unión del Pueblo Leonés (3), Soria Ya! (3), Ciudadanos (1) y Por Ávila (1). En total, 31 votos a favor, 29 en contra y 21 abstenciones.

En ese caso, el PP habría logrado un gobierno en solitario, con consejeros sólo de su partido, pese a ser un ejecutivo menos estable y estar obligado a pelear cada votación parlamentaria, desde los presupuestos regionales hasta cualquier ley.

La consigna del PP es “hablar con todos”

La estrategia de Génova una abierta política de pactos e iniciar diálogo con todas las fuerzas para formar gobierno. Tras las elecciones, están llamando a los líderes políticos con los puedan formar mayorías “estables, sin la amenaza permanente de mociones de censura”, aunque destacando que se busca un “gobierno del Partido Popular”.

La idea es que los resultados les avalan para explorar una vía distinta a la coalición con Vox. Se busca que la aritmética permita al PP intentar una posibilidad que no le ate a Santiago Abascal, precisamente “hablando con todos”.

Se acabaron las mayorías absolutas

En la cita secreta -revelada este lunes por Vox-, Abascal le replicó a Feijóo que “la época de las mayorías absolutas se ha acabado”, y el presidente del PP se quejó de que no tiene “un pase” que le llamen “nacionalista” en Galicia.

En todo caso, en Génova celebran que ya no hay un “muro” en la relación personal entre ambos, y quedaron en mantenerse en contacto. Pero siempre sin entrar “en bloques ni en trincheras”, según el PP. Los de Abascal también admiten sentirse “alejados” del líder popular.

El PP había negado el encuentro

Hay que destacar que el encuentro se produjo apenas unas horas después de que desde Vox se instara al PP a buscar apoyo para la investidura en diputados socialistas que rompieran la disciplina de voto.

Hasta ahora, desde el PP se negaba que hubiera habido una reunión entre Feijóo y Abascal aunque sí se confirmaba una interlocución dentro de la normalidad entre los presidentes después de las elecciones generales.

En el bloque de la derecha, Núñez Feijóo cuenta con sus 137 escaños, más los 33 diputados de Vox y el de UPN, que en Génova dan por descontados.

Sobre las conversaciones con las otras fuerzas, la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, afirmó a primera hora de este lunes que Feijóo estará “al pie del cañón” y trabajará con el objetivo de “liderar” la investidura, pero que no tenía “nada que trasladar” respecto a más contactos con Vox. “Cuando haya algo que trasladar, lo haremos con absoluta transparencia”, remachó Gamarra.

La “venganza” de Vox con la filtración

Poco después, Vox desveló el encuentro entre Abascal y Feijóo, a modo de “venganza”. En el equipo de Santiago Abascal había molestado que, en su juego de equilibrios para entenderse con unos y con otros, el líder delPP urgiera el domingo a Pedro Sáncheza celebrar una reunión esta misma semana para negociar su investidura.

 “A lo largo de la campaña ha dicho: nuestro objetivo es derogar el sanchismo, hablaré con el PSOE sin Sánchez. Y lo primero que hace es escribirle una carta a Pedro Sánchez pidiéndole un gran acuerdo”, censuró el lunes el vicepresidente de Acción Política de Vox, Jorge Buxadé.

“Creo que es un gravísimo error. Y el señor Sánchez se ha comportado como es él, un sociópata arrogante”, declaró en una rueda de prensa en la sede del partido.