Parlamentarios de PP y PSOE vulneran la prohibición de hacer fotos en el Congreso

Javier Maroto y Amador Marqués compartieron en sus redes imágenes tomadas en el salón de plenos durante la sesión de investidura de Feijóo

Twitter de Javier Maroto
Fotografía subida al X de Javier Maroto

Fue una escena recurrente en la sesión de investidura de Feijóo: varios diputados e invitados dejaron constancia de su asistencia a través de las redes sociales. No solo por escrito, sino también con selfies o fotografías del Hemiciclo durante el desarrollo de las sesiones, algo que está prohibido.  

El Reglamento del Congreso expresa que “nadie podrá, sin estar expresamente autorizado por el Presidente del Congreso, realizar grabaciones gráficas o sonoras de las sesiones de los órganos de la Cámara”. Esas personas autorizadas son los periodistas gráficos debidamente acreditados, y en los espacios designados para ello, es decir, en las dos tribunas situadas a ambos lados del semicírculo que conforman los escaños de los diputados. Desde la propia institución confirman a ECD que esta prohibición sigue vigente, tal y como expresa el citado artículo 98.3 del Reglamento.

El objetivo de esta medida es preservar la intimidad de los propios diputados. A raíz de la publicación de una imagen de un mensaje privado en el teléfono de Alfredo Pérez Rubalcaba, el entonces presidente del Congreso Jesús Posada encargó a la Secretaría General un informe para delimitar el derecho a la información y el derecho a la intimidad. Otro caso señalado se produjo con las imágenes desde la tribuna de prensa que expusieron a la diputada Celia Villalobos jugando al Candy Crush durante una intervención de Mariano Rajoy. 

Sin embargo, en el debate de investidura de Alberto Núñez Feijóo, varios parlamentarios consiguieron burlar este veto. Es el caso del diputado socialista Amador Marqués y del senador popular Javier Maroto, quienes difundieron en sus stories de Instagram unas instantáneas tomadas desde su escaño y desde la tribuna de invitados respectivamente. 

Insta

La particularidad de estas stories es que desaparecen de forma automática 24 horas después de haber sido subidas. No ocurre lo mismo en X —red social más conocida como Twitter—, donde las imágenes se conservan de forma permanente, a menos que el usuario decida borrar el tuit. Así, aún queda constancia del selfi que Javier Maroto compartió con sus followers, en el que aparece junto a sus compañeros de partido Alfonso Fernández Mañueco, Pedro Rollán y José Mazarías, autor de la fotografía. También de la imagen con la que Amador Marqués ilustraba su desacuerdo con el discurso de su oponente político, en un mensaje donde otros usuarios de la red social le reprochaban el uso del español en lugar del aranés, que acostumbra a emplear. 

 

Consultados acerca de esta cuestión, desde el Congreso de los Diputados informan a Confidencial Digital de que, ante este tipo de situaciones, el procedimiento consiste en apercibir a los autores antes de que inmortalicen el momento, sean estos diputados, invitados o periodistas sin acreditación como fotógrafos.

 

En la IX Legislatura, coincidiendo con la popularización de los teléfonos móviles con cámara incorporada, fueron especialmente significativas las reprimendas de la Presidencia a los diputados que incumplían esta norma. Incluso en una ocasión, José Bono señaló que, si fuera preciso, él mismo se encargaría de solicitar al personal que fotografíen al orador interesado y regalarle el retrato. En cualquier caso, en la Cámara Baja reconocen que a veces se producen incumplimientos. Cuando no se consigue evitar la fotografía, la normativa no establece ningún tipo de sanción o represalia a los fotógrafos.

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