Las bajas por regla dolorosa impulsadas por Irene Montero dejan fuera a la mayoría de las mujeres afectadas

El principal requisito para acceder a la prestación es tener diagnosticada una patología, pero el porcentaje de las que tienen dolor incapacitante y saben la causa está "infravalorado"

La ministra de Igualdad, Irene Montero, aplaudiendo durante un acto de Podemos-IU.
La ministra de Igualdad, Irene Montero, aplaudiendo durante un acto de Podemos-IU.
La ministra de Igualdad, Irene Montero, mientras recibe el Premio Triángulo Rosa.
La ministra de Igualdad, Irene Montero, mientras recibe el Premio Triángulo Rosa.

El pasado 1 de junio entró en vigor la Ley Orgánica 1/2023, de 28 de febrero, por la que se modifica la Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo.

Una norma, promovida por la actual ministra de igualdad en funciones, Irene Montero, que generó, tras su aprobación, un gran revuelo tanto a nivel mediático como a pie de calle.

El punto más comentado, y por muchos criticado, fue el de las bajas laborales por reglas dolorosas ya que, en un principio, parecía que todas las mujeres que tuvieran dolor durante la menstruación iban a poder solicitar una baja laboral de dos o tres días.

Sin embargo, cuando la modificación de la ley se publicó en el Boletín Oficial del Estado, no decía eso: “se reconoce expresamente que tendrá la consideración de situación especial de incapacidad temporal por contingencias comunes aquella baja laboral en que pueda encontrarse la mujer en caso de menstruación incapacitante secundaria o dismenorrea secundaria asociada a patologías”.

¿Qué significa menstruación incapacitante secundaria?

En ese mismo escrito se define la menstruación incapacitante secundaria como una “situación de incapacidad derivada de una dismenorrea -dolor asociado al periodo menstrual- generada por una patología previamente diagnosticada”.

Esto significa que tan sólo las mujeres que tengan diagnosticada una patología que les produzca este dolor menstrual incapacitante son las que a día de hoy pueden beneficiarse de dicha baja laboral.

Desde la Asociación de Afectadas de Endometriosis, ADAEC, apuntan que “la ley está mal escrita” ya que el término menstruación incapacitante secundaria no existe. “Es menstruación incapacitante o dismenorrea secundaria”.

Se desconoce cuántas bajas se han solicitado

A día de hoy, ya han pasado más de dos meses desde que esta legislación entró en vigor, pero el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha apuntado a Confidencial Digital que "no disponemos de estos datos de momento".

De hecho, el Instituto de las Mujeres ha señalado a ECD que los últimos datos disponibles, sobre bajas, son del mes de marzo de 2023. "Desconocemos si llegado el momento de contabilizar las bajas de junio de 2023, es decir, a partir de la entrada en vigor de este tipo de bajas, la estadística pueda sufrir algún cambio para introducir la categoría baja laboral por menstruación dolorosa, aunque por motivos de protección de datos es posible que no se particularice el tipo de baja".

 

El diagnóstico está infravalorado

Endometriosis, miomas, enfermedad inflamatoria pélvica, adenomiosis, pólipos endometriales, ovarios poliquísticos…son algunas de las enfermedades que provocan estos dolores incapacitantes. Entre las más comunes, según apunta la secretaria de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, SEGO, Corazón Hernández, son los miomas –tumores benignos formados en la pared muscular del útero- y la endometriosis –tejido similar al del útero que crece fuera de este-.

Las cifras estiman que en torno a un 10%-15% de las mujeres tiene diagnosticada una de estas patologías. Sin embargo, algunos estudios establecen que entre el 51% y el 91% de las mujeres sufren dismenorrea.

Esto significa, al igual que apuntan asociaciones como ADAEC y sociedades médicas como la SEGO, que "el diagnóstico de las patologías que causan menstruaciones incapacitantes está infravalorado".

A su vez, esto se traduce en que muchas de las mujeres que tienen fuertes dolores menstruales no pueden beneficiarse de dichas bajas porque no tienen diagnosticada ninguna enfermedad.

El resto sigue con la baja por contingencias comunes

Antes de la aprobación de esta ley, las mujeres con dismenorreas secundarias, tuvieran o no una patología diagnosticada, el médico, siempre que lo considerara oportuno, les daba la baja temporal por contingencias comunes los días más fuertes de la regla.

Una vez que dicha ley ya ha entrado en vigor, las mujeres con dismenorrea sin diagnóstico siguen teniendo la baja laboral por contingencias comunes, mientras que las que sí que tienen una enfermedad diagnosticada, y a su vez una menstruación incapacitante, pueden lucrarse de la nueva prestación, es decir, la minoría.

"Las que tenemos endometriosis tan graves solemos estar medicadas durante todo el menos por lo que muchas de nosotras no solemos tener dolor incapacitante durante los días de la regla. Sin embargo, aquellas que no están bajo los efectos de fármacos o anticonceptivos, sí que lo sufre, pero no pueden beneficiarse de dicha baja", explica Ana Ferrer, vicepresidenta de ADAEC.

La diferencia entre ambas prestaciones, según establece la Seguridad Social, es que la primera –por contingencias comunes- durante los tres primeros días de baja no se cobra nada, coincidiendo, normalmente, con los días más fuertes de dolor menstrual, mientras que del cuarto al veinte, se percibe el 60% de la base reguladora y a partir del 21, se cobra el 75%;  la otra –por dismenorrea secundaria- es asumida y retribuida por la Seguridad Social desde el primer día en el que se coge.

Durante toda la etapa fértil

La endometriosis, al igual que otras patologías, puede desarrollarse a lo largo de toda la vida fértil de la mujer ya que esta se produce por el constante cambio hormonal, aunque cuando más tienden a desarrollarse es a partir de los 30 años, según apunta la ginecóloga.

La prueba más habitual para detectar una de estas patologías es la ecografía. Sin embargo, desde ADAEC insisten en que el problema de que los casos de endometriosis estén infradiagnosticados es porque es muy difícil conseguir que te hagan dicha prueba. "Hay mujeres que han tardado hasta 9 o 10 años en ser diagnosticadas porque su médico de atención primaria no les daba cita con el ginecólogo, pero en cuanto se hace la eco se diagnostica en una sola mañana".

Según la doctora, cuando a una niña le baja la regla por primera vez no es posible saber si tiene o no una patología, sino que deben pasar al menos tres años.

Aunque se puede desarrollar a cualquier edad, cuando llega la menopausia, y por ende los cambios hormonales cesan, la dismenorrea mejora.

Anticonceptivos y antinflamatorios, los tratamientos más comunes

Hay mujeres que tienen un dolor de regla muy intenso, pero si se hace un tratamiento correcto, este suele desaparecer.

Según la secretaria de la SEGO los antinflamatorios o similares son los fármacos más eficaces para paliar el dolor agudo de la dismenorrea. Además, para disminuir los picos hormonales estas mujeres suelen tomar de forma crónica píldoras anticonceptivas para así frenar las formación de los óvulos.

Si la endometriosis es muy aguda, hay posibilidad de operar, pero no para curar la enfermedad sino para mejorar los síntomas. Aunque, los ginecólogos no suelen recomendar a la gente joven con endometriosis aguda esta práctica ya que puede afectar a su fertilidad.

Como última opción, y la más extrema de todas, está la extirpación de los ovarios, aunque no sólo produce infertilidad sino también menopausia precoz, con todo lo que eso conlleva.

Imagen de archivo de una mujer con dolores menstruales incapacitantes.

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