El uso de aparatos sin homologar aumentan las quemaduras en los tratamientos para quitar arrugas de los párpados

Los clientes se ahorran entre 50 y 70 euros en cada sesión al recurrir también a personas no cualificadas

Cirugía estética.
El uso de aparatos sin homologar aumentan las quemaduras en los tratamientos para quitar arrugas de los párpados.
  1. Quemaduras por falta de profesionalidad
  2. Los pacientes afectados acuden a Urgencias pero…
  3. optan por no demandar
  4. Argumentan que los sanitarios son los únicos con formación suficiente
Tratamiento de blefaroplastia sin cirugía para eliminar las arrugas de los párpados. Fuente: Asociación Nacional de Micropigmentación, Tatuaje y Piercing.
Tratamiento de blefaroplastia sin cirugía para eliminar las arrugas de los párpados. Fuente: Asociación Nacional de Micropigmentación, Tatuaje y Piercing.

Las cirugías y tratamientos estéticos cada vez van ganando más protagonismo en nuestra sociedad. Debido a este auge, la apuesta por los avances tecnológicos en el área del cuidado de la imagen personal tampoco deja de crecer.

Un ejemplo de esto es la blefaroplastia que consiste, sin entrar en detalles técnicos, en quitar el exceso de piel de los párpados a través de una intervención quirúrgica.

George Clooney, Penélope Cruz, Jorge Javier Vázquez, Tom Cruise… son algunos de los tantos famosos que ya se han sometido a esta intervención.

El avance más novedoso relacionado con dicho tratamiento es la aparición de una nueva tecnología, cuya marca más conocida es Plasma Pen, que se puede resumir en una blefaroplastia sin cirugía.

El aparato utilizado es una especie de bolígrafo que contiene un láser. Este va produciendo pequeñas quemaduras en los párpados que encogen la piel. Aunque el tratamiento más común se realiza en esta zona, también se utiliza para tratar estrías o cicatrices.

Según apunta Mar, presidenta de la Asociación Nacional de Micropigmentación Tatuaje y Piercing (ANMTP), a Confidencial Digital “es el tratamiento estrella que sustituye a la cirugía. Hasta ahora todos los tratamientos que existían tenían penetración dérmica -capa intermedia de la piel-, pero este actúa a nivel epidérmico -tejido por encima de la dermis-”.

Al ser un tratamiento tan “goloso”, esta añade que “todo el mundo quiere beneficiarse” y es cuando empiezan los problemas por falta de formación y utilización de aparatos no homologados.

Quemaduras por falta de profesionalidad

La ANMTP ha asegurado a ECD que cada vez tienen más casos de pacientes con quemaduras faciales tras haberse realizado un tratamiento de blefaroplastia sin cirugía.

El punto preocupante no es que esta terapia produzca quemaduras con graves consecuencias, porque no es así, sino que cada vez hay más personas sin cualificación que están comprando estos aparatos o aparatos similares para realizar dicha práctica a nivel particular.

 

La presidenta de la asociación apunta que muchas de estas personas ejecutan el procedimiento con aparatos que no han pasado los controles de seguridad sanitaria indicados por la normativa de la Unión Europea. 

“Mucha de esta gente compra por Amazon o Aliexpress cauterizadores -aparatos de corriente eléctrica utilizados para cortar el sangrado- que solamente queman, pero no hacen tratamiento fisiológico”, explica Mar.

Esteticistas o enfermeras dermoestéticas son las dos profesiones que tienen la formación suficiente para poder realizar este tratamiento con seguridad, siempre y cuando los aparatos utilizados cumplan con las características específicas y pasen los controles y aduanas estipulados, según destacan a ECD desde ANMTP.

El simple hecho de homologar este instrumento conlleva una serie de gastos económicos. Esto significa que aquellas que no registren el aparato oficialmente ni se formen pueden ofrecer este tratamiento por un precio más económico, alrededor de 50€ o 70€ más barato. 

Los pacientes afectados acuden a Urgencias pero…

El hecho de que los verdaderos profesionales sean conscientes de que cada vez más personas han sido quemadas por un tratamiento de blefaroplastia sin cirugía mal ejecutado es porque la mayoría acuden a Urgencias, bien de los hospitales o de los centros de salud.

ECD ha podido ver las quemaduras provocadas en estos pacientes y varían en función de la agresividad y de la zona donde hayan recibido el tratamiento. Algunas quemaduras son costras enteras que cubren la parte de la cara que ha sido quemada y otras dejan la zona roja, similar a una quemadura solar, con abrasiones más agresivas por donde han recibido el láser.

Cuando llegan en ese estado a los centros sanitarios los profesionales tienen que tratar la zona con el protocolo de una quemadura. Y en casos extremos tienen que someterles a una cirugía o a un peeling químico.

optan por no demandar

A pesar de que lo que les ha sucedido es demandable, ni la ANMTP ni la Sociedad Española de Enfermería Dermoestética (SEED) ni el Grupo Español de Dermatología Estética y Terapéutica (GEDET) de la AEDV (Academia Española de Dermatología y Venereología) tienen constancia de que algún afectado lo haya hecho hasta el momento.

La Presidenta de ANMTP da una justificación clara ya que “cuando tú sabes que estás dentro de la ilegalidad porque no firmas ningún tipo de autorización ni consentimiento al hacerte el tratamiento, el derecho a demandar lo pierdes”.

Esta asegura a ECD que es muy difícil saber quién está detrás de estas prácticas porque “en muchas ocasiones cuando los clientes van a reclamar ya han desaparecido”. En otras ocasiones, son amigas o conocidas de personas que tienen una peluquería y reúnen a varias interesadas para hacérselo por un precio más económico que en el resto de clínicas o incluso lo hacen en sus propias casas.

Paloma Cornejo, médico especialista en dermatología estética y miembro de GEDET, argumenta que otro de los motivos por los que no demandan es porque “nadie quiere quedar como tonto”. El simple hecho de haber sido engañado avergüenza al paciente.

Sin embargo, hay otros afectados que conocen a la persona que se lo ha realizado o se sienten coaccionados por ciertos comentarios, apunta Carmen García, vicepresidenta de SEED.

Argumentan que los sanitarios son los únicos con formación suficiente

La blefaroplastia sin cirugía no está tan valorada por todos los profesionales por igual. Al igual que con otros asuntos existe una lucha de poderes de competencia, con este tratamiento también sucede.

El hecho de que las esteticistas hayan ampliado su cartera de servicios en los últimos cinco años causa cierto malestar entre el personal sanitario. Ya no se dedican solamente a depilar, pintar las uñas, hacer limpiezas de cara…sino que se están especializando en microblading, láser con diodo, eliminación de tatuajes o blefaroplastia sin cirugía.

Hasta la fecha, con la formación correspondiente, la esteticista puede ejecutar estas prácticas porque se centran en el cuidado y mejora de la imagen personal, según explican desde la ANMTP. Sin embargo, el personal sanitario no está conforme con esta situación.

En primer lugar, no conciben realizar una blefaroplastia sin cirugía, y por tanto “los únicos capacitados y titulados para realizar una cirugía son los cirujanos plásticos, los otorrinos y los oftalmólogos”, apunta la enfermera García.

Una de las principales diferencias entre la blefaroplastia con o sin cirugía es el tiempo que dura el efecto. A pesar de que con un tratamiento de Plasma Pen el cliente ve los resultados casi desde el primer momento, teniendo en cuenta que los puntos de las pequeñas incisiones del láser se quitan en 3-4 días, el efecto dura entre 12 y 24 meses, dependiendo de la piel del cliente. Sin embargo, la cirugía puede durar hasta 10 o 15 años.

Esta sanitaria también argumenta que aunque dicha práctica no conlleva cirugía, el láser es más agresivo que el que se utiliza para la depilación y hace pequeñas heridas. “Yo como enfermera sí que puedo curar quemaduras y si son de cierto grado ya pasan a competencia del cirujano plástico, pero las esteticistas y los tatuadores no”. 

Otro punto que abordan los profesionales sanitarios es el de los aparatos utilizados. Al homologar este instrumento como un aparato sanitario los únicos que pueden utilizarlo son los profesionales sanitarios y de no ser así “se debe considerar un delito contra la salud pública”, puntualiza a ECD la vicepresidenta de SEED.

La dermatóloga de GEDET se inclina más por la falta de conocimientos. No considera que el problema principal sea el registro de dichos instrumentos, porque la mayoría lo están, sino “en manos de quién está el aparato; no sólo digo personal que no sea sanitario, porque también hay médicos que no lo saben utilizar”.

La médico añade que además de la contracción de las arrugas de los párpados, lo utilizan para eliminar lesiones cutáneas como verrugas, lunares…sin saber si son benignos o no. “Las máquinas pueden ser mejores o peores, pero con qué diagnóstico médico se está eliminando ese lunar que puede ser un melanoma”.

Ambas coinciden en que hay una carencia de normativas, regulaciones e inspecciones sanitarias hacia los centros no sanitarios que está derivando en que “todo el mundo pueda hacer de todo” y “se confundan las chapuzas estéticas con la dermoestética”.

Tratamiento de blefaroplastia sin cirugía para eliminar las arrugas de los párpados. Fuente: Asociación Nacional de Micropigmentación, Tatuaje y Piercing.
Tratamiento de blefaroplastia sin cirugía para eliminar las arrugas de los párpados. Fuente: Asociación Nacional de Micropigmentación, Tatuaje y Piercing.

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