Ayuso, fascista, estás en nuestra lista
No entiendo cómo no se les cae la cara de vergüenza a esos que se atreven a defender una cosa y su contraria, dependiendo únicamente del color político. Cuánta hipocresía. Me refiero, por ejemplo, a Iñigo Errejón. Ante la manifestación del pasado fin de semana en Madrid el diputado de Más País salió a decir que los asistentes tenían todo el derecho del mundo a salir a la calle, faltaría más, pero con una advertencia: “para la derecha española sólo es legítimo el poder cuando le pertenece. Por ese camino se acaba asaltando el Capitolio en EEUU y el Congreso en Brasil”.
Es decir, que organizar protestas sí, no hay problema. Pero sin quejarte mucho del Gobierno porque entonces eres antidemócrata. En ese caso, pasas a ser un golpista en potencia. Quéjate del mar y de los peces, grita para otro lado, pero nunca hacia el poder establecido. Como ven, le pone nervioso la falta de sumisión al que gobierna. El que tiene la mayoría debe quedar libre de críticas gruesas, haga lo que haga.
Pero este es el mismo Errejón que formaba parte de aquel Podemos que apoyó, en octubre de 2016, la acción de la Coordinadora 25-S con un escrache en los alrededores del Congreso durante la sesión de investidura de Mariano Rajoy. Protestaban –decían- contra “un gobierno ilegítimo”. ¡Ilegítimo! Había salido de las sacro-santas urnas, pero ni por esas. En ese caso, por sus santas narices, era ilegítimo. Muy coherente todo.
Por si todo esto fuera poco, este martes se ha producido un incidente en la Universidad Complutense de Madrid contra Isabel Díaz Ayuso. Acudía a recoger una distinción como ex alumna del centro, junto a otros premiados. Pero varias plataformas de izquierdas le han montado una protesta en toda regla. Se escucharon simpáticas consignas, como la que encabeza este artículo: “Ayuso, fascista, estás en nuestra lista”. Y en otro momento: “Ayuso, asesina”.
Ayuso ha sido elegida democráticamente por los madrileños, además con amplia mayoría. Pero no he escuchado a Errejón salir a protestar por este atropello. Quizás es porque los organizadores, una vez más, han sido sus cachorros: los colectivos Contracorriente, la agrupación de mujeres Pan y Rosas y una decena de asociaciones estudiantiles: Frente de Estudiantes, UEP, Estudiantes en Movimiento, UHP, Phisis, La Chispa, RQTR, Sputnik, Manuela Malasaña y Abrir Brecha.
A Errejón no le preocupa que sus amiguitos puedan derivar en trumpistas o bolsonaristas. Es extraño. O –lo que es más grave- será que, en ese caso, sí estará legitimado corregir por la fuerza el equivocado resultado electoral derivado de una votación democrática. Suena a algo que ya hemos vivido, ¿verdad?
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