Javier Fumero

No lea esto: ¡desconecte!

Daniel Sieberg es periodista. Trabajaba como reportero de la cadena de televisión CBS especializado en Tecnología. Hace unos años no pudo más y escribió un libro titulado “Digital Diet”. Había quedado enganchado a los aparatos y aplicaciones.

Los síntomas que describió fueron los siguientes: agotamiento creciente, sensación de vacío, ansiedad, insatisfacción, estado nervioso... Optó entonces por someterse voluntariamente a un ayuno. “Era un obeso digital –escribió- y necesitaba desintoxicación”. El resultado fue ese libro en el que describe sus luchas y aventuras.

Proliferan los estudios más o menos científicos que insisten en esto: si usted quiere descansar de verdad debe desengancharse de los medios digitales, tomarse un periodo de reposo tecnológico, alejarse de los aparatos y los gadgets.

Correos, redes sociales, mensajes, perfiles... Son grandes instrumentos de la sociedad actual, herramientas con un potencial enorme, pero un arma de doble filo si no se mantiene un poco de control sobre ellos.

Las grandes empresas de Silicon Valley lo entendieron hace tiempo y, junto a las salas repletas de ordenadores, han instalado en sus sedes de trabajo habitaciones para el relax de los empleados: futbolines, billares, gimnasios, mesas de ping-pong... Todo muy real. Nada virtual.

Se quiere combatir una dolencia moderna. Es lo que algunos llaman el tecnoestrés. El colapso provocado por los efectos nocivos de la conexión permanente y la actualización constante.

La salud mental demanda tiempo de ocio real, paseos por el campo, charlas con los amigos, juegos que permitan verse las caras... En definitiva, escenarios no virtuales.

No es sencillo. Existe una cierta dependencia alimentada por esa extraña sensación de que todo se vendrá abajo si no abono, constantemente y sin interrupción, esa red de contactos.

Por si esto fuera poco, la precariedad laboral ha provocado el aumento del teletrabajo. De ahí que algunos no puedan, efectivamente, dar la espalda sin más a los cibermedios.

 

La consecuencia es la aparición de estas nuevas ansiedades que se agrandan por el desconocimiento. Las nuevas tecnologías son para expertos y no todos estamos a la altura.

Hay quien denuncia que los jóvenes están perdiendo capacidad de concentración. El constante bombardeo de estímulos a través de mensajes, correos, chats, tuits, actualizaciones, guasaps... impiden centrar la atención en un mismo argumento durante un largo periodo de tiempo.

Por todo ello, quizás sea una buena idea seguir el consejo del periodista de la CBS y optar por una “dieta digital”, un periodo largo de reposo, de alejamiento voluntario de estos instrumentos.

Los Hoteles Marriot del Caribe y México ofrecen ya a sus clientes, entre sus productos más exclusivos, las zonas “tech free”: zonas libres de wifi para un máximo confort.

Tome nota y descanse (si puede).

Más en twitter: @javierfumero

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