Silencio: se Suma
El PSOE está nervioso. No sólo por la desmovilización del votante socialista, como hemos dicho. El problema es que Pedro Sánchez necesita para mantenerse en La Moncloa dentro de año y medio activar a sus correligionarios y un socio de investidura fuerte, que chute. Y con Unidas Podemos no va a poder contar.
Yolanda Díaz iba como un tiro en las encuestas. Su grado de aceptación era enorme. Iván Redondo se lo sopló a Pablo Iglesias y le sugirió: quítate tú para ponerla a ella si quieres que el partido morado sobreviva; da mejor en los sondeos que Pedro Sánchez… Y así lo hizo. Escuchó a su amigo y la “dama roja” se hizo con las riendas del tinglado.
El problema es que han pasado los meses y ‘Sumar’, lo que se dice sumar, el proyecto de momento no suma. En las elecciones andaluzas la cosa acabó como el Rosario de la aurora. Las facciones se tiraron los trastos a la cabeza en la designación de un cabeza de lista y el elector terminó confundido y desmoralizado. No sabía ni quién representaba a una corriente u otra.
Pero es que después Ada Colau y Mónica Oltra, las primeras socias destacadas destinadas a Sumar, han terminado implicadas en incómodos procesos judiciales. Sobre todo la segunda tiene un horizonte penal bastante negro.
Dicen que para las elecciones autonómicas y municipales no se presentan. Eso lo único que va a provocar es que el espacio morado, a la izquierda del PSOE, se va a convertir en un auténtico barrizal: habrá peleas y cuchilladas entre aquellos que se consideran mejor posicionados para representar a la coalición. Veremos si suman. No lo creo.
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