Franco, congelado

Ha estado listo el escultor Eugenio Merino, con su idea de ‘recrear’ la imagen de Franco para llevarla a ARCO.

Tan listo se ha mostrado, que la pieza se empieza a convertir en la estrella principal de la madrileña feria de arte.

He escuchado en directo al escultor justificar su idea diciendo que la ha realizado porque Franco está en la memoria de todos. Y tengo que discrepar.

Me parece que la figura de Franco empieza a desaparecer de la memoria colectiva de este país, entre otras razones porque hace ya 36 años que murió y una gran parte de la población ni le conoció.

Más aún. Parece que quienes están manteniendo ‘vivo’ al general son precisamente los que se confiesan sus más cerrados enemigos. Y pienso que deberían reconsiderarlo. Salvo que quieren utilizar esa vieja bandera en propio beneficio político.

Dice Eugenio Merino que, a la hora de una posible venta, su escultura podría estar valorada en unos 30.000 euros.

Dudo mucho de que haya alguien dispuesto a pagar tal cantidad. Pero más aún me extraña que, con el alboroto que se ha creado, se anime a hacerlo: él mismo se convertiría en centro de la atención mediática y, salvo que sea precisamente eso lo que busque,…

Soy de la opinión de que a Franco hay que olvidarlo de una vez por todas. Ya nos dio la lata suficientemente en el pasado, como para que siga ahora.

 
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