Los que no ‘son’ españoles sino que ‘están’ españoles

Coincidí con Joan Tardá, diputado de Esquerra, en un debate del programa “Al Rojo Vivo”, en laSexta. Fue ilustrativo.

Y cuando se le echó en cara que formara parte del Congreso de los Diputados (del Congreso de España) a pesar de su declarada condición de independentista catalán, respondió que él no es español, sino que… ‘está’ español.

Lo ilustró un poco más distinguiendo entre ser un enfermo y estar enfermo. Lo primero es permanente, lo segundo, transeúnte.

Bueno, pues a mi no me cuadra demasiado eso de ‘estar’ español como excusa para seguir formando parte de una Cámara española, de la que por cierto cobra un sueldo y lucra otros privilegios.

Pero menos aún me encaja, y por tanto me resisto a aceptarlo, que uno de esos que ‘están y no son’ exhiba en la tribuna de oradores del Congreso una bandera independentista catalana, como ayer hizo el colega de Tardá, diputado de ERC, Alfred Bosch.

Si la Cámara es la sede de la soberanía nacional, que lo es, desplantes tales no se deben tolerar. Por consideración hacia la institución, pero mucho más aún por respeto a todos nosotros, a los españoles.

Desplantes de ese estilo, que rozan el insulto, deberían ser cortados de raíz, para que nunca más vuelvan a presenciarse. Y ahí el presidente del Congreso no puede llamarse Andana.

¿Cómo? Por ejemplo privando de la condición de parlamentario a quien abuse de su situación para comportarse ilegalmente, pero mucho más si lo hace en la mismísima sede de la Cámara.

Además de que, ya mismo, al señor Bosch se le aplique el artículo penal que corresponda si lo hubiera.

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