Un mono con dos pistolas

Suele decirse de alguien que es “más peligroso que un mono con dos pistolas”, para indicar que tal persona resulta imprevisible, irracional, incontrolada… y por tanto peligrosa como un macaco al que se la suministren dos armas cargadas con las que pueda disparar.

Aunque parezca que no, ese tipo de individuos existen. Y resultan un poco más problemáticos si, por lo que sea, logran acceso a algún medio de comunicación. Entonces se sienten autorizados a disparar para un lado y para otro, contra estos y aquellos, sin distinción, sin matices, sin réplicas. O sea, impunemente. Nadie se salva.

Se dedican a repartir indiscriminadamente adjetivos, descalificaciones, juicio irreflexivos, condenas y anatemas… aunque, eso sí, sin el menor sentido crítico hacia su propia lamentable peripecia.

Porque, si se analizara a tales personajes, posiblemente se encontraría detrás una larga historia de fracasos, errores de bulto, faltas de dotes profesionales, incapacidad para convivir, brotes de intransigencia, mesianismo sin fundamento, ausencia del sentido de la realidad, agresividad, complejo de persecución…

Ese cúmulo de desdichas es lo que destilan sus arremetidas incontroladas.

La cosa no daría para mucho más, si no fuera porque sus despropósitos se concretan por escrito, y quienes no están al corriente podrían verse confundidos.

Aunque sus disparos son reales, y por tanto susceptibles de herir y aun matar, al final el despendolado pistolero no deja de actuar como ese mono. Eso sí, con dos pistolas.

editor@elconfidencialdigital.com

Twitter: @JoseApezarena

 
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