¿Quién ‘obligó’ a Zapatero a remodelar a fondo el Gobierno?

Tres días antes, el domingo, 17 de octubre, el cambio que Zapatero se proponía hacer se limitaba a Celestino Corbacho, y así lo declaró a los periodistas. El lunes mudó de opinión. El martes se reunió con Blanco, Rubalcaba y Leire Pajín y allí se cerró una profunda revolución en el Gobierno y en el partido, que llevó consigo las caídas de Fernández de la Vega y de Leire Pajín y la llegada, en su lugar, de dos pesos pesados, Rubalcaba y Marcelino Iglesias. La incógnita está en saber a qué se debió ese súbito ‘pronto’ del presidente.

Sonsoles Espinosa

Tal como se ha contado en El Confidencial Digital (ver noticia), Rubalcaba ha circulado, para dirigentes socialistas y a puerta cerrada, la versión de que el presidente abordó esa crisis, que no tenía diseñada para este momento, a instancias de alguien “muy cercano a él, que le quiere, que piensa en él. Alguien de su familia”.

El razonamiento que le planteó esa persona “de su familia” se resume en decirle que se hallaba sometido a un profundo estrés, y que estaba en juego su salud y hasta su futuro como persona. Aunque el ahora vicepresidente no especificó más, muchos de los que le escucharon quisieron entender que la protagonista de tan decisivos consejos había sido Sonsoles Espinosa.

Un plante de los barones

Sin embargo, otras fuentes políticas, no ajenas al partido socialista, hablan de que Zapatero optó súbitamente por esa remodelación radical porque dentro del partido se había producido un ‘plante’. Era la respuesta a un ultimátum de los barones. Según esa versión, los caciques regionales del PSOE han acabado imponiéndose al ‘número uno’.

Además de tomas de posición como la del extremeño Fernández Vara, se cita como especialmente significativas las declaraciones del manchego Barreda, que –según esos puntos de vista- no habló sólo por sí mismo, sino que estaba reflejando el sentir del resto de dirigentes.

Como consecuencia, y tras el movimiento sísmico producido la semana pasada, Zapatero ha acabado ‘controlado’ en el Gobierno, por la presencia de Alfredo Pérez Rubalcaba, y ‘controlado’ en el partido, con la llegada de Marcelino Iglesias, que es precisamente uno de los barones.

La variante Bilderberg

 

Existe una versión ‘conspirativa’, sobre estos movimientos telúricos en el Ejecutivo y en el PSOE, que también circula pero de la que se aportan muy pocos datos solventes. Quienes la manejan se remiten a la famosa reunión del Club Bilderberg, considerado por algunos como el “gobierno del mundo en la sombra”, celebrada en Sitges, en la que se decidió el futuro de España y de su presidente.

Algunas fuentes hablan incluso de la ‘misteriosa visita’ que recibió Zapatero en La Moncloa, una de las noches previas al cambio de Gobierno.

En esa dirección, hasta se susurra una supuesta influencia de la masonería, con Rubalcaba como pivote principal.

Aportamos estas últimas líneas al menos con intenciones de levantar acta notarial de que las especulaciones circulan. Nada más, mientras no haya otros datos.

¿Y cuál ha sido, finalmente, el detonante de la crisis última? Posiblemente no haya una respuesta unívoca, y la verdad sea la resultante de la suma de todos esos factores, y alguno más que desconocemos.

El PSOE no está pacificado

Mientras tanto, la realidad del partido que sustenta el Gobierno, el PSOE, no parece precisamente pacífica.

A las paradojas de su apoyo al ‘tránsfuga’ de Benidorm se suman los enfrentamientos en Canarias, donde han sido disueltas las agrupaciones de Tenerife y la capital tinerfeña. En Madrid, las heridas de las primarias no están cicatrizadas. En Andalucía, Griñán ha cerrado en falso la crisis de las prohibición de primarias y ha visto cómo dimitía su ‘número dos’.

Si se mira a la Comunidad Valenciana, resulta que empiezan a aparecer socialistas en el marco del caso Brugal, uno de ellos el padre de Leire Pajín, aparte de dimisiones de concejales en Alicante. Y en Cataluña el PSC es un hervidero que por algún lado va a saltar, aunque ahora se mantienen callados y quietos porque afrontan unas delicadas elecciones. Cuando se celebren, habrá jaleo. Y Carme Chacón tendrá un papel clave.

En cuanto al País Vasco, el PSE ha resultado masacrado, al ser clamorosamente desautorizado su líder, Patxi López, puesto en berlina tras el pacto de Zapatero con Urkullu, un movimiento que va a dar al PNV la victoria en las próximas autonómicas y con ello la vuelta, quizá ya para siempre, a Ajuria Enea.

Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato