¿Por qué es tan importante la decisión del Tribunal Constitucional?
Lo siento de veras pero mis amigos socialistas, que algunos incluso hoy siguen disculpando las tropelías de Pedro Sánchez y su "gobierno Frankenstein", se creen justicieros de la democracia y en verdad son promotores del totalitarismo, como siempre pasó cuando mandó el PSC en Cataluña, solos o en coalición.
Estamos asistiendo en directo a la "prueba del algodón" de la limpieza democrática de nuestros actuales gobernantes. El Tribunal Constitucional les ha parado los pies. Pero no bajemos la guardia, pues, en sus manos, el poder ejecutivo (gobierno), mediante el legislativo (Cortes Generales), seguirá intentando golpear al Poder Judicial.
Este gobierno socialcomunista y sus socios siguen demostrando que no respetan nada, no piensan en el futuro de concordia y progreso de nuestro país, solo les importan sus fijaciones ideológicas, su sectarismo que únicamente protege la "libertad" de los conmilitones, mientras atacan la de quienes se atreven a pensar diferente. Se están acostumbrando a la marrullería, la provocación y la impunidad. Incluso lo más básico de los procedimientos para legislar previstos en la Constitución ellos se los querían saltar ahora, con una total falta de respeto y de fidelidad a la democracia y al Estado de Derecho.
A los políticos a los que aún les convenzan esos desvaríos autocráticos, tal vez les valgan en Venezuela o Cuba, pero no en España.
Y lo de la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, y del presidente del Senado, Ander Gil, acatando anoche la decisión del TC pero con quejas “democráticas”, es un burlesco victimismo, un "lo volveremos a hacer", típico de personajes protervos y ensimismados.
Es hora de decir ¡basta ya! y explicar bien alto que es una gran hipocresía que Sánchez y camaradas pretendan repartir carnets de demócrata, o de juez fetén, cuando es el mismo Sánchez el primer presidente desde 1975 que condiciona su labor política a peticiones anticonstitucionales (de Esquerra Republicana, ERC) que intentó dar un golpe de Estado el año 2017; y cede en todo a otro partido que no ha condenado aún los asesinatos de ETA (EH Bildu).
Y, ojo al dato: diversas encuestas indican cambio de ciclo que llevaría a un periodo regeneracionista, con partidos de centro derecha. Pues, que así sea, urge rearmar la política, con responsabilidad, respeto y espíritu de servicio. Para eso, no olvidemos jamás que únicamente construiremos verdadero progreso si progresamos todos.
Dos datos para trabajar más aún por un cambio razonable, justo y motivador:
1. Las setenta Cáritas diocesanas en España atendieron las necesidades básicas de 1.287.382 personas en situación de vulnerabilidad, un 20% más que el año anterior.
2. Somos “campeones” de Europa en tasa de desempleo (además de la barbaridad del 32,3% en paro juvenil).
Está claro, toda España lo sabe, urgen unas nuevas elecciones generales y no tener miedo a la alternancia en el poder, cosa siempre adecuada para el autocontrol de cualquier gobernante.
