El Gobierno negocia con ETA. Anuncio sin luz y sin taquígrafos: si ZP se cree lo que dice, malo; si nos engaña, peor

Es impensable que un Presidente de Gobierno, con la información que tiene encima de su mesa, con las posibilidades de asesoramiento y con el poder de decisión que acumula, no esté enterado de lo que se cuece entre bastidores y de los planes -que por otra parte nunca han ocultado- de terroristas y separatistas, se llamen cómo se llamen y militen dónde militen.   La conclusión es clara: si no es fácil que Rodríguez Zapatero se engañe, es que está engañando a los españoles.   Los síntomas son concluyentes: un día sí y otro también, dice una cosa y hace otra. Si no es improvisación, es engaño premeditado. Las contradicciones que se desprenden de sus propios razonamientos son flagrantes. Si es consciente de ellas, es que está engañando. Si no se ha atrevido a comparecer ante el pleno para informar sobre las negociaciones con ETA es –pura y simplemente- que no se ha atrevido, sin más. Y cuando hay miedo es que hay algo que ocultar y si hay algo que ocultar es que hay engaño.   No hay precio político pero hay una voluntad inequívoca de acatar lo “que digan los vascos”. Eso se llama referéndum. Hay un futuro político del País Vasco que sólo compete a los vascos y no a España. Eso se llama autodeterminación. Y al fondo, un estado libre y asociado. ¿Por decisión de quién?   Por definición, una política de hechos consumados es una política del trágala y del engaño.   Todo muy perogrullesco pero muy claro y, lamentablemente, evidente. Tan evidente como que es ETA la que está marcando el ritmo y los tiempos.   ¿Y ahora? Alguien ha dicho que estamos ante “una patada a seguir”. ¿Se puede hablar de una huida hacia delante?   Mientras, Blanco hablaba de “mano tendida” al Partido Popular. Dice el dirigente socialista que, si no toma esa mano, Rajoy incurrirá en una responsabilidad histórica y estará cavando su tumba política, porque los españoles jamás le van a perdonar. Palabras solemnes, pero huecas y vacías en el dirigente de un partido que informa de lo que hace con la banda terrorista ETA, en una declaración vacua, ambigua, polivalente y mentirosa.   Entre bastidores, como siempre, Cataluña. Maragall se va, pero no se ha ido y quiere más candidatos. Montilla le recuerda sus orígenes y los de Ferraz miran al vacío esperando y ganando tiempo.   Piqué será el candidato a la Presidencia de la Generalidad, por el Partido Popular, pero ya hay quien dice por los pasillos de Génova que no es el candidato del Partido Popular sino el candidato de Rajoy. ¿Es que hay diferencia?   Santiago Carrillo -casi en un ejercicio de espiritismo- vuelve por sus fueros y se descuelga con acusaciones de incitación al asesinato y -en la misma sesión- con el velador moviéndose, Arzallus nos amenaza con impugnar la Constitución. Y es que esto del espiritismo a veces da miedo.   Aquí no hay tiempo de treguas, salvo la de ETA. Y si no, que se lo pregunten a los dos mil empresarios que están sometidos a chantaje. Y tampoco el orgullo gay se da descanso. El PSOE ha pedido a los ciudadanos que se sumen a la manifestación. Hombre, tampoco es eso.   Un buen marco para que comiencen (¿?) las negociaciones con ETA.

 
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato