Un Gobierno “friki”, una oposición que duda y la delincuencia a sus anchas

Hace cosas raras, gobierna raro y está encantado o al menos eso parece. La semana ha sido pródiga en cosas raras. Hasta Ibarretxe lo dice: “es una contradicción negociar con ETA y encarcelar a Batasuna”. Pues lleva razón el Lehendakari.   ETA- Batasuna –tanto monta- está en el candelero. La negociación sigue, “friki”, pero sigue. Lo que pasa es que es una negociación rarita.   -Te llamo a declarar y no sé si te detengo unos días o no.   -Pues yo me voy a Navarra y monto una mesa de negociación y además si me detienes no hay paz y me cargo el proceso.   Y va el juez Grande Marlaska y primero dice que esa mesa de Navarra no es Batasuna y por eso es legal. Acto seguido, amplía la imputación a Otegi y otros siete miembros del ilegal partido por aquella entrevista de Gara y etc.   Por cierto, que vaya patinazo el del diario El País y Ernesto Ekaizer, que abrían el viernes con aquello de: “la Audiencia Nacional no prevé adoptar nuevas medidas cautelares contra Otegi”. Y horas después, ¡zás!: en ridículo. Y ya van dos del diario independiente de la mañana, tras la inexistente llamada del Rey a Rajoy.   O sea.   A base de gobernar “frikimente” Zapatero se hace un lío y ya no sabe si hay que sonreír, o si es más importante el talante que la cintura. Democráticamente hablando, se entiende.   Al lío de Cataluña hay que sumar el de Andalucía y el de Extremadura y si sale del despacho de Moncloa se encuentra de manos a boca con Miguel Sebastián y se le aparecen los damnificados de Afinsa.   Ya tenemos Estatuto de Andalucía. Y la Carrera de San Jerónimo era una mezcla del Rocío y de la Maestranza. Chaves parecía Curro Romero y hasta olía a azahar. El problema es que, al parecer, a los andaluces les trae sin cuidado eso del Estatuto   Mientras, los ciudadanos de Cataluña o los de Moratalaz o los de los chalets de Levante, viven atemorizados. El problema de la delincuencia empieza a ser de una gravedad extrema y, o se toman medidas extremas y urgentes, o nos vamos a convertir en el Chicago de los años 30.   Cuando estamos más distraídos con los cayucos y las pateras que llegan en manadas a Canarias, nos enteramos que eso es un juego de niños comparado con las bandas de centroeuropeos que llegan por la frontera de los Pirineos y la Guardia Civil no da abasto aunque ponga a hacer guardia a los “yogurines” recién salidos de la academia.   La oposición sigue quedándose a mitad de la salida y ya se sabe que es lo primero que los entrenadores dicen a los porteros de fútbol desde que juegan en infantiles: o sales al borde del área o sigues firme bajo los palos pero como te quedes a mitad de salida, el gol es seguro.   A veces la oposición que hace el Partido Popular también es “friki”.  Y cuando Rajoy está apagando el fuego –no precisamente producto de un arrebato amoroso- entre Ruiz Gallardón y Aguirre, le avisan de que hay otro fuego provocado por el pseudo estatuto de Baleares. Que Jaume Matas también quiere decir esta boca es mía.   Para “friki”lo de la selección nacional de fútbol que -anuncios y televisiones aparte- ve desde la concentración cómo a Raúl le dan la Medalla de Oro al Mérito Deportivo casi de tapadillo y Morientes –que algo tendría que ver con la selección- ficha por el Valencia.   Hasta Lopera se va del Betis.   “Friki”, “friki”, “friki”.

 
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