Tímida crisis de Zapatero, mientras el PSOE madruga al PP, aprueba la LOE y no convoca elecciones en Marbella

Ya se sabe que Bono es hombre de segundos tiempos y es de esperar que no esté mucho tiempo en el banquillo de lo privado.   Vuelve Rubalcaba donde solía, y será una especie de padre putativo que no dejará huérfanos a los diputados socialistas.   A Sansegundo la cuarentena postparto de la LOE le puede durar un poco más.   Manuel Marín ha adelantado la madrugá del Viernes Santo sevillano y los socialistas han vuelto a madrugar -que dicen los mejicanos- a los populares.   Había que verlos casi de noche, con sus carteras en la mano, cara de sueño, llegando a la Carrera de San Jerónimo. Unos, la mayoría, fingían estar encantados con el nuevo horario y hacían declaraciones como cualquier trabajador que acudiera al tajo a las ocho de la mañana. Otros, más sinceros, defendían el horario español frente al europeo.   El caso es que nuestros representantes acudían a la mañana tempranera de Marín y aprobaban la LOE casi con nocturnidad.   Una vez más el Partido Socialista a madrugado a los populares y les ha robado la cartera que había engordado un poquito en el Senado. La LOE ha salido con todos los “adornos” previstos por la finiquitada Sansegundo y con el 55% de los votos del Congreso de los Diputados.   Un proyecto más, que seguirá contribuyendo al enorme fracaso escolar y a la llegada de españolitos indocumentados a la universidad.   Españolitos que han pasado de curso con tres asignaturas suspensas.   Españolitos que podrán asistir a clase o ausentarse de las aulas cuando les parezca oportuno a ellos y a sus compañeros de clase.   Españolitos que estudiarán en cada autonomía cosas distintas.   Españolitos que harán exámenes con estilo de mensaje por móvil y con faltas de ortografía.   Españolitos que van a seguir, por muchos años, a la cola de Europa en lo que a conocimientos se refiere.   Por supuesto que la madrugada del PSOE al PP, lleva consigo la desaparición de la asignatura de religión como materia evaluable y, por supuesto también, que desde su más tierna infancia nuestros hijos van a saber lo que es “la ciudadanía”. Eso sí con la óptica socialista.   La autoridad en las aulas seguirá brillando por su ausencia y los maestros serán uno de los colectivos con más índice de bajas laborales por depresión.   Se persigue a los colegios privados y a la enseñanza religiosa y se imposibilita económicamente que muchos padres puedan elegir libremente la enseñanza que quieren para sus hijos.   Lejos, muy lejos y sin sordina –en silencio absoluto- queda la voz de las manifestaciones pasadas en contra de la Ley Orgánica de la Enseñanza.   No solo se madruga en la Carrera de San Jerónimo. El PSOE ha madrugado al Partido Popular en el Ayuntamiento de Marbella. No hay elecciones y se nombrará una Gestora para que guarde la parcela hasta que llegue Chaves –que ya ha amenazado con ir por allí todos los meses- con toda su artillería a hacerse cargo “democráticamente” del Ayuntamiento.   Entre declaraciones, visitas de Rajoy y besos del líder del PP a los concejales de su partido, se les ha ido el Gobierno por los cerros del Consejo de Estado y todos nos hemos enterado de que la convocatoria de elecciones era algo fuera de la Ley Electoral.    Pero los chicos de Génova -ya madrugados- se han apresurado a decir que hay que cambiar la ley para casos excepcionales como el de Marbella.   Y puede que lleven razón porque como los políticos no se pongan de acuerdo, no se callen, y a alguno se le ocurra tirar del hilo de los ayuntamientos, toda ley va a ser poca. Y si no, que se den un paseo por el Salón Inmobiliario y escuchen lo que se dice en los corrillos.   A esta España de la madrugá anticipada, ha llegado el Secretario General de las Naciones Unidas a recoger la vela que Rodríguez Zapatero le ha dado en el entierro del diálogo con la banda terrorista ETA. Nadie sabe muy bien que pinta este señor en los asuntos internos de España, como no sea que acaben negociando dos países o dos estados, que todo es posible.   También se fotografían en la puerta del palacio de La Moncloa, Ibarretxe y Duran i Lleida. Los dos han venido para preguntar eso tan socorrido de ¿qué hay de lo mío?.    Los dos quieren un puesto al sol. Uno de ministro en Madrid y otro de co-protagonista de las negociaciones con vascos y vascas.   Y puestos a recibir visitas en La Moncloa, el Presidente del Gobierno ha recibido de forma virtual -que ahora se lleva mucho esto de las tecnologías- a Azaña, a Alcalá Zamora, a Prieto, a Lerroux y hasta a Miguel Maura por aquello de los monárquicos arrepentidos.   Y a todos los ha “mirado con reconocimiento, satisfacción y orgullo”.   ¿Le habrá inspirado Manuel Azaña en una nueva velada de Benicarló una crisis de Gobierno tan escasita?

 
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