Por la boca… Las tres bazas de Iglesias

La posición actual de Podemos -y más concretamente la de Pablo Iglesias, sin estar exenta de problemas, fundamentalmente internos- se ha convertido en la más cómoda. Está jugando sus bazas con picardía, ha logrado un sitio, difícil de imaginar no hace mucho tiempo y, pase lo que pase, si no sale ganando, saldrá perdiendo muy poco de lo que ahora tiene.

Iglesias lo tiene claro y por eso exige sin ceder, hace adelantos sin necesidad de variar sus planteamientos y su posición es la menos equívoca de los cuatro reunidos a la izquierda. Sus salidas de tono, con pretensiones tan excesivas como absurdas, no le resultan excesivamente caras ante la opinión pública, sus mentiras cuelan y sus partidarios están encantados.

Si acaso, tiene problemas internos con sus ‘asimilados’ pero esos problemas pueden diluirse en el discurso de ‘si no somos nosotros, seguirá Rajoy’ y el mensaje hace furor.

Iglesias tiene tres bazas que son claramente, no ganadoras, pero si gananciosas, es decir, va a salir ganando con una o con otras.

Si consigue gobernar con el Partido Socialista, aun rebajando pretensiones, el éxito es de los que hacen época y Pedro Sánchez siempre le tendrá que estar agradecido –lo dijo Iglesias y es verdad- porque será Podemos la fuerza que le habrá llevado a La Moncloa.

Si la coalición de gobierno con los socialistas fracasa, Pablo Iglesias quedará como el líder único de la izquierda, con lo que eso supone, ahora y en un futuro.

Y si no se puede formar gobierno y hay que ir a nuevas elecciones –aún sin saber lo que puede ocurrir en esos meses- parece que a Podemos no le iría mal en los nuevos comicios.

Solamente puede salir perdiendo si se consiguiera la coalición Partido Popular, Partido Socialista y Ciudadanos, cosa que, por ahora, parece de todo punto imposible.

Además de profesor, el listillo de la clase. Y además, siempre le quedará la calle.