Por la boca… Un Gobierno con mayores necesidades de apoyo a la vergüenza (política, por supuesto)

Yolanda Díaz.
Yolanda Díaz.

Hacen declaraciones ante el espejito mágico que representan quienes les escuchan (subvencionados más o menos) y es de admirar que el espejo no se rompa en cuanto alguna de las faces, con la argamasa de cemento perfectamente fraguada, se acerca a recitar su cantinela.

No es de esperar que cuando Molière, escribió “Las preciosas ridículas”, pensara en Sánchez (o sea, Junqueras) y en sus corifeos, ministros y demás, pero esas declaraciones de manual de urgencia, todos diciendo lo mismo, en el mismo tono y con los mismos argumentos (o lo que sean) son, si no preciosas, sí ridículas (preciosos y ridículos) que diría Belarra mientras inventa el nuevo nombre de las familias numerosas que ahora se llaman “familias con mayores necesidades de apoyo a la crianza”, denominación que podría parafrasearse de un Gobierno especialmente necesitado de vergüenza (política, por supuesto).

Como siempre hacen declaraciones ante el espejito mágico que representan quienes les escuchan (subvencionados más o menos) y es de admirar que el espejo no se rompa en cuanto alguna de las faces con la argamasa de cemento perfectamente fraguada, se acerca a recitar su cantinela.

Por jerarquía siempre encabeza Sánchez (o sea, Junqueras). “Lo que importa –dice refiriéndose al Partido Popular- es mantener los puestos de aquellos que ellos nombraron aunque sea de por vida que es lo que están haciendo desde hace cuatro años”. O cuando afirma sin rubor que “en Cataluña, por fin, prima la concordia y aquí estamos cumpliendo la Constitución todos los días, en todos los territorios”; “nosotros alumbramos la Constitución hace 40 años”.

Y el espejo temblando porque todas y cada una de esas afirmaciones son aplicables, sin quitar una coma, a Sánchez (o sea,  Junqueras).

Y por orden de intervención ante el micrófono -que se decía en los antiguos seriales de la radio- toma la palabra Bolaños, con jersey a lo Marcelino Camacho, aunque Camacho decía cosas mucho más interesantes que Bolaños y va y dice: “Feijóo trata de controlar la democracia por la puerta de atrás”; “no puedo ni imaginarme las consecuencias de que el Tribunal Constitucional adoptara una decisión en línea con la maniobra del Partido Popular. Serían consecuencias graves para la soberanía popular y el sistema democrático”.

Una vez más el espejito le devuelve a Bolaños su imagen, jersey incluido, y como es mágico hace que sus razonamientos sean perfectamente predicables de todo lo que está haciendo Sánchez (o sea, Junqueras) con la soberanía nacional y con la democracia.

Además, no es que Bolaños le falle la imaginación, es que en La Moncloa tienen perfectamente diseñado lo que harán si las cosas les vinieran mal dadas y no digamos si les vienen bien dadas en el Constitucional.

Las declaraciones de coro, con la misma partitura aunque recitadas de forma individual y por riguroso orden, tienen la dudosa eficacia del “machaqueo”, pero también la seguridad de que son muchos los que entre risas y cabreos, las rechazan de plano porque sí que se imaginan lo que pasaría con Sánchez (o sea, Junqueras), cuatro años más en La Moncloa.

 

La carcajada: Dice Díaz tras peregrinar descalza y genuflexa a la Argentina de Kirchner: “Créame no conozco a Cristina personalmente pero creo que es una de las grandes referencias en el mundo. Como mujer y como política”.

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