Por la boca… El problema de Sánchez, no es con quién negocia (que también) sino qué negocia.

Amnistía, referéndum, indultos, excarcelaciones, ventajas fiscales y condonación de deudas, dejación y cesión de funciones, desigualdades entre las Autonomías y entre los españoles, las libertades de todos y la unidad de España, el respeto a las instituciones empezando por la Corona, la vigencia de la Constitución y las relaciones exteriores y el prestigio de España, con el ejemplo de lo ocurrido con Marruecos a la vista de toda la comunidad internacional.

Todos los corifeos de Sánchez echaban en cara a Feijóo -en la sesión de investidura- que también el Partido Popular negociaba y hasta se permitía hacerlo con la, según ellos, extrema derecha que es Vox y que, por lo tanto, que Sánchez negocie con separatistas (que esos sí que son demócratas) con golpistas (que esos sí que son demócratas) con delincuentes fugados (que esos sí que son demócratas)  con  proetarras (que esos sí que son demócratas) o con comunistas (que esos sí que son demócratas) es algo de todo punto plausible, democrático e incluso saludable para España y para los españoles y españolas.

Pero haciendo abstracción (que ya es mucho hacer) de la enorme diferencia entre los interlocutores del Partido Popular y los interlocutores de Sánchez y de los objetivos que persigue Sánchez y de los que persigue el Partido Popular, el meollo de la cuestión no está en negociar con unos o con otros sino en lo que se negocia y ahí, Sánchez, lo que negocia Sánchez, es de todo punto políticamente repugnante y constituye, entre muchas, la gran felonía de Sánchez.

Amnistía, referéndum, indultos, excarcelaciones, ventajas fiscales y condonación de deudas, dejación y cesión de funciones propias del Gobierno de España, desigualdades entre las Autonomías y por lo tanto entre españoles, las libertades de todos y la unidad de España, el respeto a las instituciones empezando por la Corona como forma del Estado, la vigencia de la Constitución y hasta las relaciones y el prestigio de España en el exterior, con el ejemplo de lo ocurrido con Marruecos a la vista de toda la comunidad internacional.

Todo eso es la gran vergüenza de las negociaciones de Sánchez. No con quién negocia, sino qué es lo que negocia a espaldas de todos los españoles-

Mientras Sánchez negocia con asesinos declarados, enemigos de España, depredadores de lo que es de todos los españoles, separatistas y neonazis callejeros, Montero (la de la cosa fiscal) califica de “acontecimientos del procés” al golpe de estado de los separatistas en Cataluña.

La carcajada: Dice Díaz, en relación a la visita y a la foto con Puigdemont: “Yo llevo casi todos los días a mi hija al colegio y los padres y las madres -es un colegio público en Madrid- me dan las gracias, porque saben lo que estoy haciendo… Y es en Madrid, es en Madrid”

 
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato