Por la boca…El gran perdedor

Entre euforias por la victoria y decepciones por la derrota, se está olvidando el nombre del gran perdedor de la jornada electoral, del gran fracasado de ocho años de legislatura, del gran culpable de la presencia en el Gobierno de incapaces y advenedizos, del responsable máximo de tropelías en serie, de aberraciones legislativas y de errores diarios. El nombre de un personaje arrogante, creído y disparatado que ha llevado a España a uno de los callejones más negros de la historia reciente, tanto en el interior como en el exterior, y que, en su calidad de secretario general del Partido Socialista Obrero Español es el coautor necesario para que se produjera la mayor debacle electoral de la historia de esta formación: José Luís Rodríguez Zapatero.

La desvergüenza política que supone que en la noche electoral no compareciera junto a Alfredo Pérez Rubalcaba es el final de una etapa triste para un político. El candidato socialista se mostró con una enorme dignidad, con una gran presencia de ánimo y dio la talla, posiblemente la que no había dado durante la campaña, de un verdadero caballero político que supo reconocer la derrota.

Se puede decir que Pérez Rubalcaba decidió dar la cara él solo. Algunos afirmarán que Rodríguez Zapatero estaba marginado desde antes de empezar la campaña e incluso se puede aducir, pura y simplemente, cobardía política; pero nada de eso oculta la gran omisión de la noche electoral y el vacío ominoso de una silla al lado del candidato derrotado.

¿Se le ha pasado por la cabeza la posibilidad de presentar su dimisión irrevocable como secretario general de su partido? Es seguro que no, pero alguien debería exigírselo antes incluso de la celebración del congreso del que hablaba Rubalcaba la noche electoral. Mal está que continuara en el Gobierno tras la convocatoria de las elecciones, pero además, se permite el lujo de convocar un congreso para febrero y lo hace como secretario general, tras una derrota histórica de la que él es el máximo responsable.

José Luís Rodríguez Zapatero es el gran perdedor de las elecciones del 20 de noviembre y no puede continuar en la calle Ferraz.

Bastante tenemos los españoles con que continúe un mes más en La Moncloa.

 
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