El diferencial con Alemania

Hay que reconocer que la semana era adecuada para caer en los tópicos y en las naderías de siempre. La comparecencia europea, la última del curso, para hacer balance de la presidencia no era propicia al éxito e incluso hubo su cierto pitorreo en algunos de los escaños, pero es que antes de la comparecencia el presidente español, había caldeado el ambiente –cual si se tratará de un Maradona al uso- con una frase que, de puro ingeniosa llegó a la memez más insospechada.

‘Creo que nos hemos acercado bastante en cuanto al diferencial en relación con Alemania y espero y confío en que vamos a superar ese diferencial el próximo miércoles’. Una frase poco afortunada. En primer lugar, porque futbolísticamente antes de la semifinal ya superábamos a los alemanes a quienes habíamos ganado la final de la Eurocopa pasada y en segundo lugar, porque ya en plan serio, el diferencial económico con los de Merkel sigue siendo espectacular.

Pero lo más importante de todo es que el presidente se dedique a bromear con nuestra situación económica, incluso aunque importe al pulposo ponga a vivir en La Moncloa y piense que, si somos campeones del mundo, las cosas se van a olvidar.

Porque la frasecita de marras, la bromilla sin gracia y las palabras sin aliento, se pronunciaron y se seguirán pronunciando en momentos más que comprometidos y en vísperas de marchar a Europa en dónde el balance de nuestra presidencia no pusdo ser más pobre ni más triste.

No corren buenos tiempos para Rodríguez Zapatero, ni siquiera entre sus filas. Con más o menos sordina, su liderazgo está en entredicho y su gestión es criticada abiertamente en muchos sectores socialistas. Pensar que el deporte, léase Nadal, Lorenzo, la selección de fútbol y hasta Contador, va a tapar los agujeros económicos de una gestión desastrosa es otra broma, aunque esta vez de las pesadas e inaguantables del amigo tonto del grupo de quien todos quieren librarse en las reuniones.

En política llega un momento que las mayorías parlamentarias no bastan para justificar acciones de gobierno. Por eso otra frase de Rodríguez Zapatero, más que una broma es una patochada. Dice el presidente a propósito de la Ley del Aborto –Bibiana dixit- que: ‘Las posiciones de fondo de los principios políticos son las que marcan las mayorías parlamentarias, la mayoría social, dentro de la Constitución’.

En este caso, ni siquiera el barroquismo tonto de las palabras entrelazadas porque sí, libra a quien las dice de los principios que rigen las ideas sobre las leyes injustas y perversas y esta –a pesar de Bibiana- lo es.

 
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