El “ex señorío” del Real Madrid
Dice Rafa Benítez, el flamante entrenador del club blanco, que Casillas ha sido el mejor portero de la historia del Real Madrid. Y lleva razón. Pero, evidentemente la salida del capitán ha sido manifiestamente mejorable.
El Madrid lleva demasiados años en los que se complican los fichajes, valga de ejemplo David de Gea. Se tuercen las renovaciones, Sergio Ramos sigue ahí y en las salidas, el ejemplo es Casillas, el señorío y el cuidado de las formas brillan por su ausencia.
El tan cacareado señorío del mejor club de futbol de la historia merece otras formas y otro talante a la hora de gestionar, desde el punto de vista humano, a los integrantes de la plantilla. Y como de formas se trata, da igual que Casillas se haya ido porque ha querido, que la vida en el club le fuera difícil – con independencia de quién haya provocado esa dificultad- que estuviera o no es su mejor forma, que cobrara unos dineros u otros, que fuera a quedarse de suplente o de titular, o que el club deseara que se quedara o que se fuera.
Son circunstancias y opiniones que se podrían haber solucionado y discutido de puertas adentro y con un desenlace que hubiera salvado el nombre de un equipo señor como siempre ha sido el Real Madrid.
La rueda de prensa de Casillas despidiéndose en el Bernabeu fue de vergüenza ajena, pero el espectáculo del día siguiente en la despedida organizada por el club no tiene fáciles calificativos. El señorío del Madrid se esfuma en la venta de camisetas, en los recovecos del marketing y hasta en una boyante gestión económica.
Vamos, que el Madrid ya ha dado el espectáculo sin haber jugado un sólo partido.
