Antes partía que doblá

Ya que nos faltan las ideas, empezamos a vivir a base de frases. La verdad es que son frases efímeras, que duran poco, por lo mismo que se suceden unas a otras con enorme profusión.

La facundia de los políticos españoles, sobre todo en los mítines de los fines de semana, es aterradora, y como en esos mítines siempre van ‘a favor de obra’ pues pasa lo que pasa.

El ‘por qué no te callas del Rey’ hizo fortuna, pero la verdad es que con competidores como los mitineros de sábados y domingos Su Majestad tiene poco que hacer.

En Málaga mitineaba Rodríguez Zapatero, que afirmaba sin despeinarse que Magdalena –Mariaelena para Moratinos- era la mejor ministra de Fomento. Puesto que ha sido la única ministra del ramo que hemos tenido no es de extrañar que sea la mejor. Y la mejor se lanzó a la historia, y en su discurso se comparó –con toda humildad- con Indalecio Prieto –don Inda, para los amigos-, aquel ministro rechoncho que se las tenía tiesas en el Parlamento de la II República con casi todo el mundo, incluido su conmilitón Largo Caballero. Pues bien, la ministra Álvarez nos contó cómo Prieto también fue perseguido por las derechas por hacer el túnel entre Atocha y la Plaza de Castilla que se llamó ‘el túnel de la risa’ y que hasta parece que lo inauguró Franco. La verdad es que la ministra se lió un poco, cosa que no es de extrañar.

Esta señora, de tanto inaugurar ‘aves’, llega a los mítines como acelerada, se le amontonan las ideas, y se ve obligada a ‘enseñar dientes’ –‘dientes Julián, dientes’, que decía la Pantoja al ex alcalde marbellí-, y nos tiene que contar que duerme bien, que los problemas vienen porque hace cosas y que las hace bien casi todas. En resumen, que es una de las mejores ministras de Fomento que hemos tenido y que en los mítines siempre se piden aplausos de la concurrencia para ella. Entonces ella, crecida, se levanta y habla, y saca a colación a Indalecio Prieto y dice que la derecha la persigue, pero que duerme bien. Y ya está.

La verdad es que no está, porque siempre nos deja una frase a modo de guinda, corolario o colofón. La de este fin de semana es de las mejores: tras afirmar que es una malagueña honrada, nos asegura que, como buena malagueña honrada: ‘antes partía que doblá”.

Mientras no se nos parta el AVE, todo es aceptable, bromas aparte. Porque uno empieza a pensar que lo de pedir en los mítines que se aplauda a Magdalena Álvarez no deja de ser una broma de los compañeros, que don Inda también era muy bromista…

 
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