Eladio del Álamo quiere ser mi amigo

“José te envía una fotografía”. “Eladio del Álamo quiere ser tu amigo”. “Antonio Gutiérrez desea conocerte”. “Marta Estévez Morales te envía una postal navideña”. “Eladio del Álamo insiste en ser tu amigo”. “Teresita_1968 estudió en tu colegio”. “Automóviles El Padrino desea proponerle un negocio”. “Antonio Ropérez te ha agregado a su red de amigos”. “José Alberto José Alberto te invita a su concierto”. “Sandra Gones te reta a una partida de billar”. “Eladio del Álamo está que no vive por ser tu amigo”. “Bienvenido al boletín horario de Elintrepidobobdylan”. “Error al cancelar la suscripción al boletín horario de Elintrepidobobdylan”. “Imposible escapar ya de las garras de Elintrepidobobdylan”. “Joseca1971 te está buscando”. “Eladio del Álamo amenaza con suicidarse si no aceptas de inmediato su invitación de amistad”. “Pedrín Bécil te ha agregado al Messenger”. “Eladio del Álamo ha muerto”. “Anónimo le envía una canción”. “Jazzmine ha comentado algo sobre ti”. “La familia y los amigos de Eladio del Álamo te invitan a un entierro”, “Los Golondrinos quieren que te unas a su grupo de noticias”, “Eladio del Álamo te envía un mensaje desde el más allá”…

No conozco de nada a José. Conozco ya bastante más de lo que querría a Eladio del Álamo. Antonio Gutiérrez obvia conscientemente que yo no deseo conectar con él. Marta Estévez Morales no existe, es sólo una máquina. Teresita_1968 me confunde con otro tipo de la escuela. Automóviles El Padrino no parecen trigo limpio. Jamás he oído hablar de Antonio Ropérez. José Alberto José Alberto es tan cansino y monótono como su nombre. Sandra Gones pasa demasiadas horas jugando al billar. Elintrepidobobdylan es uno de los spammer más pesados del mundo. Joseca1971 no necesita buscarme: me ve todos los días en la oficina. Si Pedrín Bécil me conociera de algo sabría que no tengo Messenger. La canción de Anónimo es un virus encubierto. Jazzmine ha comentado sobre ella y no sobre mí. Las noticias de Los Golondrinos me interesan tanto como los boletines horarios de Elintrepidobobdylan. Pocas son las excepciones.

El problema del siglo que nos arrasa es que la velocidad no deja tiempo al juicio. La educación, que muchas veces es fruto de la experimentación, no tiene hueco para actualizarse y desarrollarse correctamente. Por eso nos invaden los internautas más cursis y cansinos. A riesgo de tirar piedras contra mi tejado, y tan sólo unos días después de que Popes80.com haya sucumbido a la tentación de las principales redes sociales, lanzo hoy mi grito de despedida al 2008 soñando con que en 2009 las máquinas me dejen en paz. Sin ánimo de herir sensibilidades traslado a la audiencia un mensaje de socorro, una advertencia de seguridad y una alerta crítica general: los pelmas se están haciendo con la Red.

Para quien sepa utilizarlo con moderación, el submundo de las llamadas redes sociales es un hallazgo maravilloso. Para todos los demás, sobra. Es además un submundo lleno de cinismo e incongruencias. Con excepción de las redes de contactos profesionales –como el utilísimo LinkedIn-, no parece lógico “agregar como amigo” a quien después no se saluda por la calle. Y en general, al empleado no le conviene que su jefe disfrute de aquellas fotografías del lamentable e irracional concurso de ingesta masiva de cerveza y perritos calientes. Tampoco al alumno le beneficiará ante el profesor de Geografía ese comentario en su blog presumiendo de lo bien que ha copiado esta mañana en el examen de Geografía. Las anécdotas dramáticas relacionadas con las redes sociales son miles y se encuentran fácilmente navegando por la red. No me extenderé.

Hemos asumido con pasmosa naturalidad que el desconocido Ropérez o el incombustible Eladio del Álamo puedan sellar una inquebrantable amistad digital con nosotros. Como si fuera lo más normal. Y sin embargo, les echaríamos a patadas si cualquier Nochebuena llaman a la puerta para acudir a nuestra cena. 2008 ha sido un año de adaptación al medio. La primera impresión. “Si no estás, no existes” y todas esos lemas que siempre los snobs digitales de turno te espetan cuando suena la flauta de un nuevo cotarro virtual. 2009 debe ser el año de la racionalización. De la educación digital. El año de establecer un protocolo para que las relaciones sociales digitales no agoten nuestra paciencia. El año de quedarse sólo con lo bueno. Que no es poco.

Mis condolencias a la familia del Álamo. Y tú, Eladio, donde estés, no desesperes. Que ya lo dejó escrito el poeta romano: “Nunca es largo el camino que conduce a la casa de un amigo”.

 
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