El FMI rebaja el crecimiento del PIB español hasta el 1,2% en 2023

Según el FMI, la economía española crecerá el año que viene un 1,2%, lo que supone 2,1 puntos menos de lo previsto en primavera, cuando se publicaron las primeras proyecciones tras la irrupción del conflicto en Ucrania cuyo alargamiento está siendo crítico en el horizonte del PIB en Europa.

Con el recorte al 2023, el organismo dirigido por la economista búlgara, Kristalina Georgieva, se suma al Banco de España (BdE) o la AIReF y enmienda las previsiones de cara al próximo año con un alza del PIB casi un punto inferior a lo esperado por el Ejecutivo español.

La previsión de cierre de 2022 mejora en tres décimas, hasta el 4,3%, respecto al último informe de verano. Este dato para 2022 es similar a la previsión proyectada por el Gobierno en los Presupuestos. 

Las proyecciones económicas que giran sobre España para el próximo año España fluctúan: el Gobierno espera un 2,1% del PIB, mientras en el panorama internacional la OCDE rebaja ese optimismo hasta el 1,5%.

 

El Banco de España hace lo propio con una previsión de crecimiento del 1,4% y la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal hace lo propio hasta el 1,5%. 

Tabla de previsiones del FMI
Tabla de previsiones del FMI

España ya es la única potencia europea que no ha recuperado todavía el nivel de PIB previo a la pandemia

Italia y Francia ya lo habían logrado. La media de la zona euro lo consiguió al cierre de 2021. Y Alemania lo hizo tras el segundo trimestre del presente año.

Por lo tanto, España se ha quedado totalmente descolgada y es ya la única potencia europea que no ha logrado recuperar los niveles de Producto Interior Bruto (PIB) previos a la pandemia.

El propio gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, lo constató ayer durante su intervención en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Málaga, en la que también subrayó que «la recuperación en España sigue siendo incompleta a pesar del relativo buen desempeño del segundo trimestre».

Añadió, además, que «los indicadores de confianza más recientes apuntan a una pérdida de dinamismo de la actividad», y que «las proyecciones macroeconómicas se han revisado notablemente a la baja por el crecimiento y al alza por la inflación».

Esto es, ahondó en lo que ya apuntó la pasada semana el director general de Economía y Estadística, Ángel Gavilán, cuando presentó las nuevas previsiones del BdE y según las cuales España apenas crecerá un 1,4% en 2023. Y esta situación, a su vez, provocará que no sea hasta 2024 cuando la economía española logre recuperar ese nivel de PIB anterior al covid que el resto de potencias europeas sí han alcanzado.

Además, todo puede ir incluso a peor, porque las previsiones contienen una gran nivel de incertidumbre.

Hernández de Cos presentó ayer un escenario alternativo, en el que el precio del gas se dispara y, como resultado, el PIB crece casi un punto porcentual menos en el periodo 2023-2024. La OCDE ya avisaba hace dos semanas que si el invierno es más frío de lo habitual, las economías europeas se resentirán.

Y previsiones como las de BBVA Research prevén crecimiento negativos para España. «La economía podría permanecer prácticamente estancada durante los próximos trimestres, o incluso registrar caídas moderadas, como consecuencia del aumento de la incertidumbre, del incremento en las expectativas de inflación y de la subida de los tipos de interés», expone el último Situación España del servicio de estudios.

 

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