Invasión de la mosca negra: cómo prevenir y tratar la picadura de este peligroso insecto

Las altas temperaturas que están azotando desde hace varias semanas al país están propiciando la aparición de la mosca negra antes de lo previsto.

Por esta razón, el Ayuntamiento de Madrid se vio obligado a adelantar el arranque de la campaña anual de control de la mosca en el tramo urbano del río Manzanares.

En 2022 se llevaron a cabo un total de seis tratamientos larvicidas, pero se prevé que este año podrían llegar a realizarse hasta una decena con el fin de reducir la presencia de este insecto, según indicaron desde la institución. Pero, ¿por qué preocupa la presencia de este insecto?

Según explican desde la Comunidad de Madrid, a pesar de que la mosca negra no transmite ninguna enfermedad en España ni tampoco en el resto de Europa, la Consejería de Sanidad sí ha detectado que, "en algunos de los municipios afectados por su presencia, el número de consultas por picaduras de insecto en los centros de salud es mayor a la media del resto de la Comunidad de Madrid".

"No pica, muerde"

La mosca negra es una especie endémica en España. Sin embargo, Anecpla destaca que su expansión ha sufrido una aceleración exponencial en los últimos años, y cada vez son más las personas afectadas por su mordedura.

Porque la mosca negra «no pica, sino que muerde». Así lo explica el director general de Anecpla, Jorge Galván: «El problema fundamental de este insecto es que no pica, sino que muerde en forma de sierra, generando una herida de consideración importante y pudiendo dar lugar a infecciones y reacciones alérgicas muy alarmantes, que en algunos casos pueden incluso llegar a requerir hospitalización».

La mosca negra necesita consumir sangre para cumplir con su ciclo vital.

Al carecer de aguijón, este insecto muerde, rasgando la piel de sus víctimas con sus mandíbulas. Con este gesto aprovecha para inocular una pequeña dosis de anestésico, que le permite trabajar tranquilamente sin que el individuo afectado se dé cuenta durante unos cinco minutos.

La mordedura de la mosca negra provoca ronchas de varios centímetros que pueden hincharse e incluso sangrar.

En caso de sufrir la mordedura de este insecto, se recomienda aplicarse hielo para bajar la inflamación o una pomada con un corticoide suave y acudir al centro de salud más cercano e informar del caso para evitar un empeoramiento de la reacción. Y, por supuesto, no rascarse, ya que esto podría empeorar la herida o incluso infectarla.

¿Por qué está aumentando la población de mosca negra?

El presidente de Anecpla, Sergio Monge, pone el acento en dos factores: el cambio climático y la globalización.

Y apunta a que la solución se encuentra en adoptar medidas preventivas previas a los meses de más calor para aplicar los tratamientos larvicidas, que son los más efectivos.

Consejos para evitar su mordedura

A diferencia de otros insectos voladores, la mosca negra actúa por el día y es capaz de introducirse bajo las prendas. Algunos de los consejos ofrecidos desde Anecpla para evitar ser víctima de este insecto este verano son los siguientes:

- Vestirse con ropa clara, sin colores demasiado llamativos que puedan atraer a los enjambres.

- Evitar pasear por el curso de los ríos o zonas cercanas a los mismos, especialmente a última hora de la tarde.

- Instalar mosquiteras en puertas y ventanas en las zonas de riesgo.

- Evitar la acumulación de agua en el exterior de la vivienda y mantener cubiertos los depósitos de agua.

- Controlar los desagües.

- Utilizar repelentes certificados (sobre todo los que contienen citronela).

- Contactar con profesionales.

- La sanidad ambiental, imprescindible para asegurar la salud pública.

 

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