Pedro Sánchez abre una grave crisis diplomática con Israel irrumpiendo en su política interna

El presidente español, Pedro Sánchez, ha provocado un conflicto diplomático con Israel después de que ha irrumpido en la política interna del país, dando públicamente apoyo con un vídeo a los partidos de la oposición en la polémica de la reforma del modelo judicial.

El vídeo no se ha publicado solo en la red sino que se ha emitido en las calles de Tel-Aviv en medio de las protestas contra el gobierno de Benjamin Netanyahu.

Sánchez aparece en el vídeo como representante de la Internacional Socialista, y en las puertas que España se estrene en su mandato europeo. Es del todo inusual que mandatarios de otros países hagan declaraciones sobre la política interna israelí, y todavía menos con este grado de implicación personal.

En el vídeo el presidente español identifica a los opositores con el pueblo de Israel y la democracia, y expresa su solidaridad con las protestas. "Nosotros, como Internacional Socialista, nos solidarizamos con el pueblo de Israel.

Las declaraciones de Sánchez sobre política interna, emitidas durante las protestas, han puesto en alerta el gobierno israelí. El ministro de Exteriores de Israel, Eli Cohen, que esta semana ha visitado Madrid, ha pedido abiertamente a Sánchez "que no decida por el pueblo israelí". ''Ningún responsable extranjero decidirá para|por el pueblo israelí, y estoy seguro de que esta no era la intención de Sánchez'', ha indicado el ministro de Exteriores.

"Para los que se oponen a la reforma no hay líneas rojas, incluso el intento de perjudicar el estatus internacional. Ningún responsable extranjero decidirá para|por el pueblo en Israel y estoy seguro de que Sánchez no tenía esta intención. Como persona que da apoyo a la reforma, no tengo ninguna duda que el presidente español reforzará la democracia y equilibrará las partes", ha indicado Cohen en la red en hebreo.

La polémica intervención de Sánchez se ha producido después de que Cohen se reunió el jueves en Madrid con el ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, y con la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, en lo que parecían unas buenas relaciones de los dirigentes socialistas con las autoridades israelíes. Pero la política internacional de Sánchez varía como una veleta para|por el viento, como ya se vio en el Magreb.

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