Pese a estar en funciones: Sánchez se va en Falcon de vacaciones a la Residencia Real de La Mareta en Lanzarote

El presidente y su esposa hacen uso del Falcon presidencial y de la Residencia Real del Palacio de La Mareta, en Lanzarote, para gozar de tres semanas de vacaciones. Lo hace aun estando en funciones, sin saber todavía si logrará revalidar el Gobierno gracias al apoyo de los separatistas catalanes y vascos o conducirá al país a una repetición electoral por su rechazo a facilitar la investidura de Alberto Núñez Feijóo.

Este lunes por la mañana, tras reunir a su ejecutiva en Ferraz, Sánchez dio la orden de «cerrar la paradita» hasta el próximo 16 de agosto. Ni más ni menos que 21 días que tendrá que interrumpir obligatoriamente por la sesión constitutiva de las Cortes, el 17 de agosto.

A diferencia de otros años el presidente ha decidido dar una semana más de vacaciones a su equipo, ya que tradicionalmente la última reunión del Consejo de Ministros del curso se producía la primera semana de agosto. Lo que seguro que no se producirá, para no interrumpir las vacaciones de Sánchez, es el tradicional despacho veraniego con el Rey Felipe VI en el Palacio de Marivent.

Desde el incomparable marco de La Mareta, según fuentes cercanas al jefe del Ejecutivo, coordinará las negociaciones que ha encargado a Santos Cerdán y Patxi López para configurar una mayoría de izquierdas en la mesa del Congreso.

Lo hará entre sus baños en la playa y las excursiones en bicicleta de montaña por la isla, dos de las actividades que según su equipo tiene previsto realizar durante su descanso. No confirman, aún, si tras el cambio de Gobierno en Canarias -que provocó la salida del socialista Ángel Víctor Torres del poder- recibirá o no a su sucesor, Fernando Clavijo, de Coalición Canaria.

Playa privada y 10 bungalows

Sánchez disfrutará de sus vacaciones de los lujos de la Residencia Real de La Mareta, un palacio ubicado en Lanzarote que cuenta con más de 30.000 metros cuadrados que no escapa al influjo del gran artista local e internacional de la isla, César Manrique, que la diseñó y la decoró.

Esta finca cuenta con acceso directo al mar y está integrada por diez bungalows, de una y dos plantas de altura, el principal, con dos dormitorios, piscina y distintas terrazas.

A esto hay que sumar un gimnasio, otras dos piscinas, una pista de tenis, una cancha de baloncesto y una zona extensa ajardinada de 10.000 metros cuadrados. El edificio se asemeja a la arquitectura tradicional de las islas Canarias, de estilo colonial, con paredes blancas y numerosos balcones.

Los que han tenido el privilegio de visitar estas instalaciones relatan los espectaculares atardeceres que se pueden contemplar desde la terraza. El interior está decorado con tonalidades claras y las estancias cuentan con grandes ventanales que iluminan todo el palacete.

La Residencia Real de La Mareta fue utilizada durante varios años por la Familia Real tras recibirla como regalo del rey Husein de Jordania, hasta que la entregó a Patrimonio nacional bajo el reinado de Don Felipe VI.