Sánchez y Puigdemont mantendrán "una reunión como es debido" en el extranjero para cerrar la amnistía

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el expresidente catalán, eurodiputado y fugado de la Justicia Española, Carles Puigdemont se van a reunir fuera de España y sin la presencia de un mediador.

Así lo ha asegurado este jueves el secretario general de Junts, Jordi Turull, en una entrevista en Ràdio4 y La2. «Se trata de normalizar la relación entre ambos presidentes», ha señalado, sin especificar la fecha del encuentro ni el lugar en el que se celebrará.

Turull ha señalado que se trata de un encuentro para ahondar en la negociación y «profundizar en la resolución del conflicto político», y ha añadido: «Esto no va de fotografías».

Precisamente, este miércoles, el expresidente del Govern catalán amenazó en Estrasburgo a Pedro Sánchez si no cumplía con sus promesas: «Las consecuencias nunca son agradables», le dijo en el Parlamento Europeo, donde también se quejó de no poder utilizar el catalán en la Eurocámara.

El expresidente de Cataluña y eurodiputado ha avisado al presidente del Gobierno de que «del incumplimiento nace la desconfianza» en su intervención en el Parlamento Europeo este miércoles, donde también se ha quejado de no poder utilizar el catalán en la Eurocámara. Además, ha advertido al líder del Ejecutivo de que «las consecuencias nunca son agradables» si se «dejan pasar las oportunidades« y no se cumplen «las promesas».

Sánchez y Puigdemont coincidieron ayer el hemiciclo de Parlamento Europeo, la primera vez que ambos se vieron después de que PSOE y Junts pactaran una ley de amnistía que beneficiará a los implicados del procés, a cambio de la investidura del líder socialista.

 «El problema de Europa nunca han sido las promesas, el problema de Europa es el cumplimiento de esas promesas», fue el mensaje que lanzó el eurodiputado de Junts. «Porque del incumplimiento nace la desconfianza, desconfianza que puede poner en riesgo incluso un proyecto tan sólido como la Unión Europea», advirtió a continuación.

Puigdemont lanzó estos dardos después de que se haya ralentizado el debate para incluir el catalán y el resto de lenguas cooficiales de España como idiomas oficiales de la UE, una de las primeras reclamaciones que hicieron los independentistas catalanes para empezar a negociar su apoyo a la investidura de Sánchez.

«Nuestra libertad de expresión en esta Cámara vale menos que la suya. Presidente Sánchez, las oportunidades hay que aprovecharlas cuando ocurren. Si se dejan pasar de largo por miedo o por incapacidad, las consecuencias nunca son agradables», zanjó en su mensaje en la Eurocámara.

Lo que está claro, explican en Junts per Catalunya, es que «la reunión será antes de que se haga efectiva la amnistía». Cabe tener en cuenta que por mucho que se apruebe en el primer trimestre del año, los previsibles recursos al Tribunal Constitucional impedirían el retorno inmediato del ex president de la Generalitat. Un extremo que no se atreven a confirmar en el Partido Socialista que, tras las palabras de Turull, ya no niegan este futuro encuentro que sí habían rechazado hasta ahora.

Con Puigdemont reconvertido en el nuevo árbitro de la política nacional, al dejarle a su partido el control de la estabilidad y la gobernabilidad, Sánchez cambiará de opinión también con la figura del máximo responsable del procès. Antes prometía traerlo de vuelta a España para ser juzgado y ahora viajará él fuera de España para rendirle pleitesía.

La última reunión que tuvieron se produjo en el Palau de la Generalitat con Carles Puigdemont como president de la Generalitat y Pedro Sánchez como jefe de la oposición al Gobierno de Mariano Rajoy. Hubo entendimiento y buena sintonía entre ambos. Hasta en el PSOE de Sánchez apoyó la aplicación del artículo 155 que suspendió a su Govern y posteriormente prometió traerle a España para ser juzgado. Promesa que ha quedado en nada al decidir traerle, pero amnistiado y en libertad.

Comentarios