Las pegas de la Comisión Nacional de la Energía no servirán de mucho: el Gobierno ya tiene la estrategia para la entrada de Enel en Endesa

El Gobierno tiene ya decidida ya su estrategia. Como la Ley Rato está recurrida por Bruselas ante los tribunales comunitarios, por considerarla contraria al libre movimiento de capitales (las directivas sobre inversiones de un estado en otro no distinguen si tienen capital público o privado), el Consejo de Ministros puede invocar esta doctrina europea para evitar posibles males mayores futuros, y aprobar sin más la entrada de Enel sin limitación alguna en sus derechos de voto.

Las fuentes consultadas por El Confidencial Digital aseguran que, si se aplica la Ley Rato, la limitación de derechos de voto no es obligatoria, sino potestativa del Consejo de Ministros, que podría eliminar esa restricción con el argumento de que la estabilidad en el Consejo de Administración de Endesa así lo aconseja.

Además, manejará, casi con toda seguridad, la “teoría de la continuidad”, basada en que el actual Gobierno no va a cambiar la tendencia del anterior en materia de inversiones extranjeras y seguirá la doctrina del propio Rato, inventor de la ley que lleva su nombre pero que jamás limitó el derecho de voto a un inversor extranjero, ni siquiera cuando Endesa y Enel se pusieron de acuerdo para repartirse mercados, y la española vendió a la italiana Electra de Viesgo a cambio de una entrada en activos eléctricos en Italia.