Así afecta la "lluvia de arena" a nuestra salud: radiación y problemas respiratorios

La calima que ha llegado a nuestro país estos últimos días puede ser realmente perjudicial

Madrid bajo calima.
Madrid bajo calima.

Durante estos últimos días gran parte de España se ha visto cubierta por una manta de polvo y arena proveniente del Sáhara. No solo es un fenómeno atmosférico poco habitual en la península, sino que además puede resultar perjudicial para nuestra salud.

Hace un par de días, varias ciudades españolas se despertaban bajo un manto de arena que cubría todo. Edificios, coches y aceras se ennegrecían por el polvo proveniente del norte de África. Mientras, el paisaje evolucionaba de un tono gris a un color completamente naranja, el cual sorprendió a muchos. A este fenómeno se le conoce como calima y es habitual en territorios como las Islas Canarias, Melilla e, incluso, Andalucía; sin embargo, rara vez llegaba a introducirse tanto en el interior de la península. Como decimos, se trata de arena que la borrasca Celia impulsa desde África hasta Europa a través de zonas bajas de la atmósfera. Estas partículas llegan a ser tan compactas que caen a la tierra por el efecto de la gravedad. El problema es que no se queda en un manto de polvo, sino que puede provocar lluvias de barro, cuando esta arena suspendida en el aire entra en contacto con el agua y se precipita sobre la superficie. Además, la calidad del aire empeora notablemente cuando se produce este fenómeno.

Lo que puede parecer un "espectáculo" llamativo y raro de la naturaleza esconde en realidad graves consecuencias para nuestra salud, especialmente si atendemos a que esta arena presenta sustancias químicas radiactivas en su composición, provocada por el creciente uso de energías contaminantes en países como Marruecos o Túnez.

Calima en Canarias.
Calima en Canarias.

Radiación en la arena

Antes de que cunda el pánico, debemos decir que el porcentaje de radiación no es excesivamente alto; no obstante, no debemos ignorar su presencia. Los estudios realizados por el CSIC y por la universidad francesa de Caen confirman la presencia de Cesio 137, un isótopo radiactivo, en las lluvias de barro que se producen en España. 

Esta radiación debe su aparición a dos motivos principales. Por un lado, como hemos mencionado, la creciente industrialización que se viene dando en varios países de la zona norte del continente africano ha deteriorado la calidad de sus tierras. Aparecen así actores como centrales térmicas o refinerías petroleras. El otro motivo a destacar es que gran parte de esta radiación se produce como consecuencia de las numerosas pruebas nucleares realizadas por el ejército francés en Argelia a mediados del siglo XX. Es cierto que las partículas existentes por estos ejercicios militares son escasas pero sí que son suficientemente dañinas para afectar a las poblaciones residentes en esta zona.

Problemas en la salud

Independientemente de la radiación, la calima produce otros efectos negativos en nuestro cuerpo. Los principales que podemos encontrar son problemas respiratorios, que se reflejan a través de tos y obstrucción nasal, e irritación en los ojos y nariz. Si la calima persiste pueden llegar a darse broncoespasmos (graves problemas para respirar), dolor en el tórax y asma. También pueden darse enfermedades cardiovasculares.

¿Cómo protegerse? 

Como viene siendo habitual desde que empezó la pandemia, el uso de mascarillas reduce bastante el riesgo de contraer alguno de los problemas citados anteriormente. Otras acciones que podemos hacer para reducir el impacto de esta calima es cerrar ventanas, puertas y limpiar el polvo doméstico con un paño mojado. Hay que evitar hacer ejercicio al aire libre y beber abundante agua para evitar deshidratación. 

 

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