Trucos infalibles y caseros para combatir la alergia

En esta época del año muchas personas sufren las consecuencias de la gran cantidad de polen que hay en el ambiente

Alergia.
Alergia.

Actualmente casi 10 millones de personas sufren de alergia al polen en España. Una cifra que se ha duplicado en los últimos años y que sigue aumentando según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica.

La primavera lleva instalada en España ya unas semanas y, con ella, ha llegado la época más temible para los alérgicos. Ojos hinchados, tos, estornudos, picor de garganta y de nariz, entre otros, son los síntomas más claros de que sufres alergia al polen.

Un problema que va en aumento y que se extiende cada vez más entre la población. Los que lo sufren viven realmente un calvario a la hora de salir a la calle. Un mal "leve" que puede acabar convirtiéndose en algo peor si no se cuida adecuadamente, ya que puede evolucionar al asma alérgica. Por esta razón, es importante saber cómo podemos actuar para tratar de minimizar sus efectos.

¿Cómo saber si somos alérgicos al polen?

Lo primero de todo es saber si realmente somos personas alérgicas o si, por el contrario, presentamos un cuadro de infección viral (catarro). Muchas veces, las personas tienden a confundir estas dos enfermedades porque sus síntomas son parecidos, aunque no iguales.

En el caso del catarro los síntomas oculares son escasos o nulos, es decir, es raro tener picor en los ojos o que se pongan rojos. Además, la alergia no produce fiebre ni tos con expectoración. Lo que sí se puede dar con la alergia es conjuntivitis, tos, estornudos y picores.

Si aun así tienes dudas, otra clave para darte cuenta de si es uno u otro es por el clima. Si te encuentras con los síntomas anteriormente descritos y al llover se reducen, significa que eres alérgico. Esto se produce porque con la lluvia el ambiente se limpia del polen causante de la alergia.

Consejos para combatir la alergia

Resulta difícil parar nuestra rutina por una cuestión de malestar con el ambiente, no obstante, es una buena opción evitar en la medida de lo posible las horas de mayor exposición al polen como son desde las 05:00 a las 10:00 de la mañana y de las 19:00 a las 22:00 de la noche. Evidentemente, habrá más cantidad de este polvo natural en zonas arboladas, parques y campos, por lo que se recomienda evitar estas zonas. 

Los expertos recomiendan también utilizar gafas de sol para evitar que los ojos se vean tan afectados. En esta línea, el uso de mascarillas es también bastante útil para combatir la alergia. De hecho, con la pandemia por Covid-19 de estos últimos años los síntomas de alergia se redujeron drásticamente entre la población, gracias en gran parte al uso mayoritario de las mascarillas. Por esta razón, resulta interesante seguir utilizando el cubrebocas en los momentos más críticos si sufrimos de esta enfermedad.

Remedios caseros para la alergia

Para la nariz

El goteo nasal se produce a causa de la alergia. Cuando notes que te moquea la nariz de manera constante, algo que puedes hacer es lavarte con agua limpia y fresca los orificios nasales. Una alternativa es utilizar infusiones de plantas como el tomillo o la cola de caballo. Así, eliminas los restos de polen que puede haber en tus cavidades.

Si quieres ir más allá en vez de agua puedes utilizar agua salina (venta en farmacias) o fabricarte en casa tu propia agua "salada". Solo necesitarás hervir 250 ml de agua y, cuando este tibia, añadirle 1/4 de cucharadita de sal. Lo mezclas y lo pones en un spray preferiblemente o un frasco.

 

En el caso de que los síntomas presentados sean un poco más fuertes y tengas, por ejemplo, la nariz completamente taponada es bastante útil hervir hojas de eucalipto secas (con 10 gramos bastará) en un litro de agua. Cuando salga gran cantidad de vapor será el momento de poner una toalla o un trapo que traspire y aspirar ese vapor. También podemos optar por no tapar la olla y cubrir nuestra cabeza con un trapo y acercarnos suavemente a aspirar el vapor. Siempre con cuidado de no acercarnos demasiado porque nos podemos quemar. 

Para el picor de ojos

El polen produce rojez en los ojos cuando entra en contacto con la membrana protectora de la superficie ocular. Si no se atiende bien, puede provocar conjuntivitis que a su vez genera lagrimeo, escozor y picor. 

Una de las soluciones pasa por utilizar nuevamente infusiones. Son un remedio natural, barato y muy sano. Para ello, puedes hervir medio litro de agua y añadir una cucharada de semillas de lino trituradas. Cuando el agua este tibia, la filtras y empapas un paño o trapo con esta mezcla. Puedes colocártelo entonces sobre tus ojos entre 5 y 10 minutos.

Para el picor de garganta

Otra consecuencia de la alergia es esa sensación de tener un "punto" en la garganta que nos obliga continuamente a toser sin poder parar. Ocurre normalmente antes de la rinitis y lo que hace el polen es inflamar las mucosas de la garganta. 

La solución más eficaz es la más sencilla: beber agua. Sí, es importante mantener la garganta hidratada para evitar que se quede seca y contribuya a la tos. En contraposición, deberíamos evitar el consumo de alcohol y café, ya que ambos productos producen deshidratación. También es recomendable recurrir a los típicos caramelos de menta, eucalipto, miel o tomillo para producir salivación y ayudar a reducir el picor de garganta. 

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