Miranza pone en marcha un quirófano solidario de la mano de la fundación Ojos del mundo
El grupo líder en oftalmología impulsa esta iniciativa para luchar contra la ceguera evitable en algunas de las zonas más desfavorecidas del planeta
- Mediante la cesión de costes y honorarios de cirugías en clínicas del Grupo, se financiarán operaciones, fundamentalmente de catarata, en el Sahara, Mozambique, Mali o Bolivia
Miranza, grupo líder en oftalmología, ha iniciado el 2022 comprometida con la lucha contra la ceguera evitable en los países más desfavorecidos, con la puesta en marcha de un quirófano solidario, de la mano de la fundación Ojos del mundo. La iniciativa, bautizada con el nombre de “Alas de mariposa” (“Alas de Miranza”), pretende financiar cirugías en poblaciones vulnerables de distintas partes de mundo, como el Sahara, Mozambique, Mali y Bolivia, mediante la donación de tiempo y honorarios médicos de cirugía ocular llevada a cabo en centros de Miranza.
“Alas de mariposa” (“Alas de Miranza”) promueve la colaboración entre los profesionales del Grupo que permitan mejorar la atención ocular en aquellos países con menos recursos, en donde no existen tratamientos destinados a patologías tan habituales y tratables en los países más desarrollados, como la catarata.
A partir de este acuerdo marco, “los oftalmólogos de Miranza que lo deseen pueden unirse al proyecto sabiendo que, gracias a lo recaudado por cada intervención en uno de nuestros centros, junto con una donación adicional de Miranza, facilitarán la adquisición de los recursos necesarios para que los oftalmólogos locales de los territorios donde actúa Ojos del mundo puedan realizar cerca de 40 cirugías de catarata”, explica Ramón Berra, director general de Miranza.
Según el Dr. Borja Corcóstegui, presidente del CLF (ClinicalLeadersForum), dirección médica colegiada de Miranza y vicepresidente y cofundador de Ojos del mundo, “una cirugía en un centro Miranza, se puede convertir a miles de kilómetros en una oportunidad para devolver la visión a muchas personas que, de otro modo, están condenadas a la ceguera”. Así, los oftalmólogos y equipos quirúrgicos que se adhieran al proyecto ofrecerán su tiempo y cederán íntegramente los honorarios de una intervención, para financiar estas cirugías, principalmente de catarata. Y, por cada una de estas ayudas individuales, Miranza hará también una aportación poniendo en valor su compromiso con la salud ocular de las personas y su apoyo al proyecto. “Es un efecto de la solidaridad que, como el efecto mariposa, convierte en grande lo pequeño y traspasa barreras y fronteras”, concluye el oftalmólogo.
La solidaridad de Miranza
Esta es la primera iniciativa solidaria en la que participa Miranza en países en vías de desarrollo, tras haber impulsado o participado en otros proyectos de colaboración con colectivos vulnerables, algo muy arraigado en los valores del Grupo. En sus dos años de andadura, Miranza ha colaborado con otras organizaciones como la fundación Adopta un Abuelo para mejorar la calidad de vida y la salud visual de personas mayores que viven solas, con una delicada situación agravada por la actual crisis sanitaria; ha ofrecido ayuda a otros colectivos vulnerables a través del Programa SOS Visión, ha prestado atención especial a personas con síndrome de Down y ha firmado un acuerdo con la ONCE para dispensar un trato preferente a sus afiliados, entre otras iniciativas solidarias.
Ojos del mundo
La fundación Ojos del mundo se crea en 2001 de la mano del actual presidente, Rafael Ribó, y del vicepresidente, Borja Corcóstegui, con el objetivo de llegar a los países más pobres, donde no hay recursos oftalmológicos y donde los problemas oculares son muy frecuentes. El primer año ya organiza expediciones médicas a los campamentos de refugiados saharauis; en 2002 pone en marcha un programa en Mozambique y en 2003, uno en Bolivia; países que, según las Naciones Unidas, tienen un índice de desarrollo humano muy bajo. El último programa puesto en marcha ha sido en Mali.
Con delegaciones territoriales en Euskadi, Navarra, Madrid, Andalucía y Valencia y decenas de personas voluntarias, entre oftalmólogos, instrumentistas, optometristas, técnicos de equipos y otros profesionales, la Fundación centra su actividad en la formación del personal local para que a medio plazo puedan ser los profesionales de cada territorio quienes atiendan las necesidades de atención oftalmológica de la población en el marco de los sistemas públicos de salud.
