Día de la Fiesta Nacional: un desfile deslucido, un rey muy sonriente, no hubo pitidos ni abucheos a Rajoy, la infanta Elena quedó desplazada

El desfile del día de la Fiesta Nacional de este año ha sido, con bastante probabilidad, el más "deslucido y descafeinado" de la última década. "Demasiado austero". Al menos así lo han visto los mandos del Ejército consultados por ECD. El rey presidio el acto y se mostró muy sonriente y de buen humor durante su transcurso. Rajoy, a diferencia de Zapatero, se libró de pitidos y abucheos.

--No hubo abucheos este año. La llegada de Rajoy se anunció por megafonía –algo que se evitó el año pasado con el presidente Zapatero- pero se escucharon protestas. El público estaba situado a unos 200 metros.

--El rey saludo muy sonriente a todos los miembros del Gobierno. Fue especial su saludo al ministro Wert, protagonista político del momento tras sus declaraciones sobre “españolizar a los escolares catalanes”. El rey se paró durante un tiempo con él, le comentó algo y ambos se echaron a reír. Fátima Báñez, que estaba a su lado, también soltó una carcajada.

--Sorprendente la sonrisa casi permanente del rey durante el desarrollo de los actos. Este año se mantuvieron las sillas –introducidas el año pasado al estar el monarca convaleciente de una operación de rodilla-. Casi todo el desfile lo pasó de pie.

--El rey departió durante unos minutos con el presidente del Gobierno, una vez finalizado el desfile. Hablaron sobre las polémicas palabras de "españolizar" a los alumnos catalanes. Estuvieron acompañados, por momentos, por el príncipe Felipe, la Reina y el ministro de Defensa Pedro Morenés.

--Desliz de Cristina Cifuentes: la delegada del Gobierno de Madrid se olvidó de hacer la reverencia al rey al saludarle.

--Ausencia de la mitad de presidentes autonómicos, como Artur Mas, José Antonio Griñan, Alberto Fabra, Alberto Núñez Feijóo, Patxi López. Faltó también el ministro de Economía Luis de Guindos. Tampoco estuvo la ex ministra de Defensa, Carme Chacón, que pese a haber sido oficialmente invitada decidió no acudir. Ni tampoco Esperanza Aguirre, a pesar de los rumores que apuntaban a su presencia.

--La reina Doña Sofía y la princesa Letizia mostraron mucha complicidad durante el desfile. Se pudo le pudo ver girarse en varias ocasiones para comentarle cosas a su nuera.

--Primer año sin la Infanta Cristina y Urdangarín: los duques de Palma no acudieron a la cita este año, siguiendo la tendencia habitual de no acudir a actos oficiales y mostrar un perfil muy bajo en sus agendas públicas. Cabe recordar que el de 2011 fue el último al que asistieron, ya que poco después se dio a conocer el denominado ‘caso Noos’.

--La infanta Elena fue desplazada. No se le colocó en la ‘zona noble’ de la tribuna presidencial, junto a la Familia Real. La infanta presenció el desfile situada tras el Gobierno, junto al jefe de la oposición Alfredo Pérez Rubalcaba.

 

--900.000 euros: ha sido lo que ha costado el desfile, el más económico de todos los que recuerden las fuentes militares consultadas. Se ha prescindido de aquellos medios más caros de desplazar y de hacer desfilar. El coste, respecto a los 2,8 millones de 2011, ha sido un 65 por ciento inferior.

--Este año se han colocado dos pantallas de televisión para que el público siguiera en directo el desarrollo del evento. El año pasado se colocaron 12 de ellas a lo largo del Paseo de la Castellana.

--Buen balance de la ubicación: tal y como ha sabido ECD, Defensa ha quedado muy satisfecha –por segundo año consecutivo- con la ubicación de la tribuna de autoridades, en la plaza de Neptuno. Se trasladó a este lugar después de que en 2010 estuviera en la Plaza de Lima, frente al estadio Santiago Bernabéu, debido a las obras en la Plaza de Colón, donde se venía situando tradicionalmente.

--Poca referencia a las misiones: el público congregado en la Castellana esperaba ver los medios técnicos que los militares españoles utilizan en Afganistán. Pero los blindados Lince y RG-31 no estuvieron presentes. Era una de las principales quejas del público asistente.

--No hubo blindados, acorazados ni carros de combate: ni los Leopard, ni los Pizarro, ni ningún vehículo de combate desfiló por el Paseo del Prado. La ausencia de estos y de los efectivos aéreos fue muy comentada y criticada por el público y por los mandos militares.

--En total desfilaron 2.500 efectivos del Ejército de Tierra, Aire y Armada, acompañados de 50 vehículos ligeros y motocicletas.

--Adiós al paracaidista que portaba tradicionalmente la enseña nacional. Este año la bandera española fue llevada en coche hasta la zona central del desfile. Su llegada, media hora antes del comienzo del evento, fue anunciada por megafonía.

--La Patrulla Águila sí hizo presencia en la capital, con dos rápidas pasadas. Esta temporada han cancelado la gran mayoría de sus actuaciones.

--Uno de los recortes fue muy comentado en las tribunas de prensa: no se repartieron los dosieres que tradicionalmente editaba Defensa para seguir el desfile.

--La Unidad Militar de Emergencias fue muy aplaudida por el público.

--Una integrante de la Guardia Real que portaba la corona floral en homenaje a los Caídos sufrió un traspié y a punto estuvo de caérsele. Instantes más tarde, fuera de la atención pública, la protagonista se mostró visiblemente afectada por lo ocurrido y fue consolada por sus compañeros. Un mando de Tierra se le acercó y le dijo: “no te van a decir nada por eso, tranquila”.

Vea a continuacion algunos momentos del desfile fotografiados por ECD:

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