Francisco González se reunirá con los promotores de la campaña ‘BBVA sin armas’, tras la junta en la que protestaron por la financiación a fabricantes de bombas

Durante la junta de accionistas, celebrada el viernes en Bilbao, un representante del Centro de Estudios por la Paz tomó la palabra para comunicar una serie de datos –recogidos por diversas asociaciones pacifistas- sobre presencia del banco en industrias fabricantes de armas.

Jordi Calvo Rufanges protagonizó la intervención, que consiguieron obtener, según su testimonio, el respaldo de 350.000 acciones. Para hablar en una junta es necesario contar con al menos 500 acciones. Según sus datos BBVA ha financiado con más de 1.000 millones de euros a sociedades relacionadas con la industria armamentística.

Los impulsores de esta campaña aseguran que la normativa interna del BBVA para limitar la inversión en empresas productoras de armas prohibidas o en proceso de prohibición no es suficiente.

Francisco González, respondió que los datos ofrecidos por esta plataforma no son “ni ciertos ni justos”, pero adelantó que en caso de que algunos si lo fueran “estaría dispuesto a rectificar” su postura al respecto.

Al término de la junta general, el presidente de BBVA departió con los intervinientes y quedó en reunirse con ellos para discutir con ellos esa cuestión. Recordó que BBVA retiró un crédito sindicado a Lockheed Martin porque esta firma armamentística fábrica –entre otras cosas- componentes para bombas de racimo.

1.000 millones de euros en armas

Estas son algunos de los datos ofrecidos durante la junta general, extraídos de un informe encargado -según un portavoz de la campaña- a una consultora belga:

-- Gestión de fondos de inversión por valor de 26,85 millones a BAE Systems, EADS y Boeing. Según el informe, estas empresas producen misiles con capacidad nuclear. También a otras empresas del ramo como Textron, Northrop Grumman o McDermott International.

-- Fondos de inversión de L-3 Communications, empresa que produce componentes para municiones de racimo a través de un consorcio con Lockheed Martin –al que BBVA ya ha retirado su apoyo, como confirman a El Confidencial Digital-.

-- Participación de 78 millones de dólares en una emisión de acciones de Finmeccanica, empresa armamentística italiana participada por el Gobierno libio.

-- Asistencia en la emisión de bonos por un valor de 104 millones de euros en Boeing, EADS y General Dynamics, empresas a las que atribuyen la producción de artefactos nucleares y bombas de racimo, aunque algunas de ellas ya han dejado de hacerlo.

Campaña con el Banco Santander

Otro de los frentes abiertos por las organizaciones que impulsan esta campaña “sin armas” tiene como objetivo actuar ante el Banco Santander en el mismo sentido. Sin embargo, según las fuentes consultadas por ECD, el banco no ha mantenido ningún contacto con sus promotores.

Un portavoz oficial de la entidad bancaria, consultado por este confidencial, restó importancia a las peticiones de este grupo.