Las ‘chapuzas’ de Carlos Ocaña empujan a asesores fiscales y tributarios a prepararle un plante a la vuelta de vacaciones

La interlocución entre el colectivo de asesores fiscales y tributarios y su ‘jefe’ en el ministerio de Economía y Hacienda, el secretario de Hacienda, Carlos Ocaña, “es prácticamente inexistente”, según lamentan abogados y economistas.

“Estamos dolorosamente hartos”. Así resume la situación un conocido abogado, con voz y voto en el colectivo de asesores fiscales y tributarios y con acceso a las cuentas de las mayores empresas del país. Fuentes del sector adelantan a El Confidencial Digital que desde Aedaf y Reaf, las dos asociaciones mayoritarias de estos colectivos, están preparando acciones conjuntas para la vuelta de vacaciones. 

Asociados de Aedaf (Asociación Española de Asesores Fiscales) confirman este diagnóstico y recuerdan a este confidencial que Ocaña “no nos ha recibido desde hace dos años”, a pesar de haberle insistido en numerosas ocasiones, la última de ellas para solicitar una moratoria para la presentación de la declaración del impuesto de sociedades correspondiente a 2008 –conozca más detalles aquí -.

En el entorno de REAF (órgano especializado del Consejo General de Colegios Economistas de España) adelantan que “hay prevista una reunión con Aedaf a principios de septiembre, en la que se definirán las acciones necesarias para que Ocaña reaccione de una vez”.

ECD ha recabado algunas de las quejas y planteamientos que los profesionales de la asesoría fiscal le harán llegar al ‘número tres’ del ministerio que dirige Elena Salgado:

-- “Le hemos pedido una reunión de cara a esta campaña de Sociedades y ni siquiera hemos tenido una respuesta”. Dicho encuentro tenía por objeto aclarar los escollos que plantea la aplicación práctica del Plan General Contable –este es el primer año que se registran estos datos, correspondientes al pasado ejercicio-.

-- La campaña de Sociedades “trae por los cerros de la amargura a la mayoría de lo asesores”, ya que las nuevas exigencias y ‘papeleo’ “están costando muchísimo tiempo, dinero, esfuerzo y medios”, especialmente de las Pymes, que carecen de los recursos “ya no para pagar, sino para cumplir con las nuevas obligaciones de documentación”.

-- Y es que los asesores fiscales están cansados de que “les despachen con gente de la Dirección General, de la Agencia Tributaria o de la Dirección general de Tributos”, con quienes mantienen una relación muy cordial pero cuyos encuentros se traducen “buenas palabras y nada sobre la mesa”.

-- Tampoco la actuación de Salgado convence entre abogados y economistas. “Como última responsable debería, por lo menos, dar la cara”, exigen.

-- “Impera la comodidad, entre funcionarios y altos cargos por igual”, denuncian. “Aquí todo el mundo se va de vacaciones el uno de agosto, y si no se ha terminado con lso impuestos, da igual, se cierra el chiringuito igual, quedándose en la calle quien se quede”.

-- Se trata, al fin y al cabo, de “un problema de sensibilidad, de respeto hacia el ciudadano, el empresario, el contribuyente y su asesor, al que tampoco se le ha explicado correctamente lo que tiene que presentar en nombre de sus clientes”. “Lo único que se trasmite es un absoluto desprecio”, resumen.

-- Finalmente, los asesores fiscales y tributarios advierten a Ocaña: “como no reacciones se puede encontrar con un problema gordo. Por lo menos nos merecemos una explicación del responsable, en este caso, del secretario de estado, y de la ministra”. 

-- Lo único que pedimos, es que el Gobierno dé la cara y que ponga en práctica un nuevo régimen de colaboración, que reconozca cómo los profesionales de la asesoría tributaria contribuyen al sistema fiscal, por que ahora mismo “no hay nada de nada de esa Administración cooperativa que proclaman”.