Luis de Guindos ha diseñado una estrategia para ‘salvar la cara’ del Banco de España ante el BCE: echar la culpa de todos los errores a la gestión de Fernández Ordóñez
El ministro de Economía dirige, en la sombra, una campaña para lavar la imagen del Banco de España. Persigue culpar de todos los errores de supervisión al anterior Gobernador, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, y no socavar así aún más el prestigio de la institución. Quiere, por encima de todo, 'salvar la cara' del supervisor ante el BCE.
Según ha sabido El Confidencial Digital de fuentes financieras de alto nivel, De Guindos y Linde se han propuesto mejorar la interlocución con el Banco Central Europeo -de quien depende, entre otras cosas, una eventual compra de bonos españoles en el futuro-.
Unas relaciones que se encuentran “en horas bajas”, según explican fuentes conocedoras de estos contactos, tras la salida del último consejero español en el BCE, José Manuel González Páramo.
‘Salvar’ al Banco de España ante el BCE
Las fuentes a las que ha tenido acceso ECD comentan, por tanto, que el objetivo del Gobierno –y, concretamente, de Luis de Guindos- es que el BCE vuelva a confiar en la información que le suministra el Banco de España, de quien ha perdido toda la credibilidad tras los graves errores de supervisión que han conducido al rescate bancario.
Para ello, el ministro no quiere socavar aún más la ya pésima imagen de la institución, pero ha encontrado un flanco perfecto contra el que descargar todas las responsabilidades: la gestión de Miguel Ángel Fernández Ordóñez.
Y de ahí, todas las informaciones que están apareciendo estos días en prensa, concentradas en airear los errores del anterior Gobernador del Banco de España.
Fernández Ordóñez ya está amortizado
Según las fuentes consultadas, desde el Gobierno se argumenta que la figura de Miguel Ángel Fernández Ordóñez está ya “más que amortizada”.
Y, en ese sentido, se hace un “gran favor a España” achacándole a su persona todas las responsabilidades de los errores en la supervisión y desmarcando, en todo momento, a la institución como tal de esos fallos en las inspecciones de muchas cajas o de la fusión que dio lugar a Bankia y su posterior nacionalización.
Mejorar la interlocución con Draghi
Como objetivo de fondo, Luis de Guindos busca acercar al nuevo Gobernador, Luis Linde, al presidente del BCE, Mario Draghi.
Y, a su vez, mejorar también la interlocución del Gobierno español con la institución con sede en Fráncfort, según explican a este diario fuentes conocedoras de estos movimientos.
Desde la salida del BCE, el pasado verano, de José Manuel González Páramo, España se ha quedado sin ningún representante en el banco central, por lo que ahora, más que nunca, se necesita restablecer esas relaciones ante las vitales decisiones que este organismo deberá tomar -y con el que habrá que negociar- en relación a España.
Además, desde el Ejecutivo se tratan de limar algunas otras asperezas con Mario Draghi, como la de no situar al propio González Páramo en el Banco de España –como el presidente del BCE quería-, y en su lugar colocar a Luis Linde, quien pudiera tener mayor perfil político y afinidad personal con el ministro De Guindos.
