Qué hace Rodrigo Rato. No tiene ninguna oferta, no está preparando su defensa legal por Bankia, su objetivo: que no lo vinculen con directivos “chorizos” de bancos y cajas

Rodrigo Rato se siente “tranquilo y sereno” un mes después de abandonar la presidencia de Bankia, según ha sabido El Confidencial Digital de fuentes de su máxima confianza.

Está aprovechando estos días para hacer cosas que su apretada agenda no le permitía antes, como algunas revisiones médicas, aunque matizan que esto no quiere decir que no goce de un excelente estado de salud.

Los que le conocen comentan que “no se está volviendo loco”, con todo el aluvión de informaciones sobre las responsabilidades que se le atribuyen y que han llevado a la nacionalización de la entidad liderada por Caja Madrid y Bancaja.

Por qué renunció a los 1,2 millones

Fue Rodrigo Rato quien solicitó a José Ignacio Goirigolzarri, por carta, la semana pasada, que no se aplicara una cláusula contractual que le obligaba a no trabajar en otras entidades financieras a cambio de 1,2 millones. No se trataba de un pacto, pero sí de la fórmula acordada para resolver el contrato laboral.

Según las fuentes consultadas por ECD, el trasfondo de la renuncia no es poderse incorporar cuanto antes a otra entidad. Lo que busca el ex presidente de Bankia es que no le mezclen con los casos de otros directivos “chorizos” de la banca, que han recibido indemnizaciones millonarias tras haber realizado una pésima gestión.

Rato ha comentado a su entorno que no está dispuesto a que le metan en el mismo saco, que no se merece el mismo trato que ejecutivos que han estado muchos años en las cajas, han hundido las instituciones que dirigían, y encima se han ido con pensiones millonarias.

Su objetivo, pues, es quitarse de en medio, no aparecer en esta polémica.

No tiene una oferta a corto plazo

Las fuentes consultadas destacan que, por su currículum, Rato tiene un valor muy atractivo para la mayoría de las empresas del Ibex.

Reconocen, en este sentido, que sí está hablando con importantes directivos españoles, pero explican que en este momento no tiene una oferta concreta para incorporarse a corto plazo a ninguna compañía.

Su defensa judicial

La presión para judicializar la crisis bancaria se ha puesto al rojo vivo, y la Audiencia Nacional se perfila como el órgano que sentará en el banquillo a banqueros y directivos bancarios. Uno de los asuntos pendientes son las presuntas irregularidades en la salida a Bolsa de Bankia y Cívica, con la colocación fraudulenta de participaciones preferentes.

En el entorno de Rodrigo Rato aseguran que el ex presidente de Bankia está siguiendo con atención el proceso. Está viendo cómo evolucionan todas las demandas que puedan salpicarle, pero no va preparar ninguna defensa hasta que se produzca una citación judicial concreta.

En ese momento, sí comenzará a recabar documentación con sus abogados para ‘volcarse’ en su defensa.

No le dejaron gestionar su salida de Bankia

Rato ha mostrado a su círculo más próximo su “decepción” por cómo actúo el Gobierno de Mariano Rajoy para apartarle de Bankia.

Comprendió que la entidad necesitaba ayuda, y que con él en la presidencia, dada su vinculación con el PP, era complicado realizar una inyección de dinero público. Pero no le gustó, en absoluto, que miembros del propio Ejecutivo filtrasen a la prensa su salida, horas antes de su dimisión oficial.

Según explican las personas de su entorno, Rato tuvo que desayunarse la mañana del lunes, 7 de mayo, con la portada de un periódico nacional que ya adelantaba su abandono.

Según estas fuentes, habría preferido que le dejaran a él medir los tiempos, gestionar su salida sin precipitación, y poder explicar a los clientes de Bankia que se iba porque era lo mejor para la entidad.

Los insistentes rumores y la posterior filtración desde el Gobierno a ese periódico, le obligaron a redactar rápidamente una carta para confirmar su dimisión.