Una amenaza del PNV fuerza a Pedro Sánchez a rebajar el impuesto a las energéticas

Los nacionalistas vascos han advertido a Moncloa de que tumbarán la prórroga del tributo. Enfado de la vicepresidenta Ribera con Iberdrola y Repsol por haber aireado en público las quejas

La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
  1. Acuerdo PSOE-Sumar
  2. Rebaja del impuesto
  3. La advertencia del PNV
  4. Las amenazas de Repsol
  5. Enfado de Teresa Ribera
  6. La UE, contra el impuesto
Una amenaza del PNV fuerza a Pedro Sánchez a rebajar el impuesto a las energéticas.

Pedro Sánchez ha abierto la puerta a replantear el impuesto a las energéticas tras las críticas de Iberdrola y Repsol. Moncloa trabaja ya, en concreto, en una rebaja del tributo. La advertencia del ‘socio’ PNV de que tumbaría la prórroga ha resultado clave para el cambio de postura del PSOE, pese a las resistencias de su otro aliado, Sumar.

El presidente confirmó este jueves, en una entrevista en Antena 3, que el impuesto ya no tendría sentido si no existe un marco de precios energéticos altos y, por tanto, no se están produciendo beneficios extra.

Sin embargo, el acuerdo de legislatura alcanzado entre el PSOE y Sumar, y firmado por el propio Sánchez y Yolanda Díaz, incluye prorrogar de forma indefinida los gravámenes extraordinarios sobre la banca y sobre las empresas energéticas, así como endurecer la tributación mínima del 15% en el impuesto de Sociedades.

“No vamos a perder el impuesto a la banca y a las energéticas. Seguimos en una situación excepcional y no podemos permitirnos perderlos”, declaró la vicepresidenta segunda y líder de Sumar, después del acto público de firma del acuerdo de legislatura con el presidente del Gobierno.

Acuerdo PSOE-Sumar

“Revisaremos los gravámenes sobre la banca y las empresas energéticas con el objetivo de readaptarlos y mantenerlos una vez que expire su periodo de aplicación actual, para que ambos sectores sigan contribuyendo a la justicia fiscal y al sostenimiento del Estado de bienestar”, dice, de forma textual el acuerdo firmado por Sánchez y Díaz.

Ambos gravámenes fueron adoptados de forma temporal, para su liquidación en 2023 y 2024 sobre los ingresos obtenidos en 2022 y en 2023 por la banca (vía comisiones) y por las empresas energéticas. La principal crítica que han provocado estas figuras es que gravan los ingresos y no los beneficios obtenidos.

Rebaja del impuesto

Pese a la oposición ahora de Sumar, según ha podido confirmar Confidencial Digital por fuentes con acceso a La Moncloa, Pedro Sánchez ha dado orden a la vicepresidenta de Transición Ecológica, la socialista Teresa Ribera, de rebajar el impuesto a las energéticas de cara ya al próximo ejercicio, aunque no se plantea suprimirlo totalmente.

La tasa vigente grava con el 1,2% de la facturación obtenida en aquellas empresas con ingresos superiores a 1.000 millones euros excluyendo los negocios regulados y actividades fuera de España y extra peninsulares.

La advertencia del PNV

Según las fuentes consultadas, el ‘socio’ PNV ha advertido a Moncloa, en las negociaciones que ha mantenido con el PSOE para apoyar la investidura de Sánchez, de que se opone a que el Gobierno mantenga el impuesto a las energéticas con su actual diseño en 2024.

 

En Presidencia admiten que han recibido el aviso de los nacionalistas de que tumbarán la prórroga del tributo. No pasan por alto que el PNV tiene en cuenta los intereses de compañías vascas tan importantes como Iberdrola y Repsol, que se verían gravemente afectadas por el plan del Ejecutivo de mantener el impuesto extraordinario.

Las amenazas de Repsol

Hay que recordar que Repsol ya amenazó públicamente con paralizar las inversiones en España, por la inseguridad jurídica que supone mantener el impuesto a las energéticas, que se planeó en un principio sólo para dos años.

Iberdrola también se ha planteado, aunque no ha emitido una protesta en público tan contundente como la compañía que dirige Josu Jon Imaz, reforzar su apuesta por Estados Unidos y Reino Unido, en detrimento de una España… con “inseguridad jurídica”.

En la cúpula económica del Ejecutivo reconocen a ECD que han inquietado estas amenazas de grandes empresas como Repsol, que ha llegado a advertir sobre llevarse inversiones de España a otros países si el Gobierno prorroga el tributo tras su vencimiento el próximo 31 de diciembre.

Enfado de Teresa Ribera

Tras el cambio de postura de Sánchez, en el entorno de Teresa Ribera revelan a Confidencial Digital que la vicepresidenta tercera se encuentra “profundamente enfadada” con las grandes compañías del sector energético, especialmente con Repsol, por airear en público las quejas en lugar de tratar de alcanzar un consenso sobre el impuesto con los técnicos del Ministerio de Transición Ecológica.

Se suceden así los movimientos en torno al polémico tributo, reconocen en el equipo económico del Ejecutivo, donde ya se trabaja para anunciar una rebaja considerablemente antes de final de año.

La UE, contra el impuesto

Bruselas también ha complicado una vía de ingresos con la que el nuevo Gobierno de coalición pretende financiar su programa de investidura. La Comisión Europea ha elevado un informe de balance sobre la “contribución de solidaridad y medidas equivalentes promulgada” en el sector energético y concluye que ya no hay los “beneficios caídos del cielo” que motivaron medidas fiscales extraordinarias.

La dirección general de Fiscalidad de la Comisión, autora del informe, revisa lo ocurrido desde octubre de 2022 en que la UE, con apoyo del Ejecutivo español, aprobó un reglamento comunitario que permitía imponer “una contribución solidaria por parte de las empresas de combustibles fósiles”. Dio así cobertura al llamado gravamen temporal especial sobre las empresas energéticas con el objetivo de recaudar más de 1.000 millones de euros al año.

“El descenso de los precios de la energía a lo largo de 2023 y un entorno económico más incierto, así como el aumento de los costes de capital, han llevado a las empresas de los sectores del petróleo, el gas y el carbón a registrar una disminución de sus beneficios en comparación con los beneficios extraordinarios excedentarios de 2022”, recoge ahora el documento enviado por la Comisión Europa a los gobiernos de la eurozona.

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