Los bancos dan marcha atrás: renuncian a cobrar a los clientes por el dinero en cuenta

Pero, en medio de las presiones de Gobierno, BCE y Banco de España para que vuelvan a remunerar los depósitos, no han descartado aumentar las comisiones por mantenimiento

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la presidenta del Banco Santander, Ana Botín.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la presidenta del Banco Santander, Ana Botín.
Los bancos dan marcha atrás: renuncian a cobrar a los clientes por el dinero en cuenta.

Aumenta la presión sobre los bancos para que vuelvan a remunerar los depósitos de las familias, cuando se cumple un año desde que el Banco Central Europeo comenzó a subir los tipos de interés en el actual ciclo. Las entidades se han puesto de perfil, pero, en este escenario, han renunciado a cobrar a los clientes por el dinero en cuenta.

La vicepresidenta Nadia Calviño lanzó el primer dardo hace una semana, al exigir públicamente a los bancos que paguen por los depósitos.

La también ministra de Asuntos Económicos advirtió, además, de que llevará el tema a la reunión que el sector va a mantener con los representantes de su departamento este jueves, que en principio iba a tratar únicamente del plan hipotecario para vulnerables.

No ha sido la única autoridad económica relevante en pronunciarse. Luis de Guindos, vicepresidente del BCE, ha afirmado que “la trasmisión completa de la política monetaria exige que también la del ahorro se incremente”. Un mensaje en el que ha coincidido Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España.

Renuncian a cobrar por el dinero en cuenta

En este contexto, según ha podido confirmar Confidencial Digital por fuentes financieras de alto nivel, los bancos han renunciado al plan, llevado en los últimos meses con máxima reserva, de empezar a cobrar a los clientes por el dinero en cuenta.

Han comenzado a trasladar el mensaje de que esa medida no se encuentra entre sus planes, pese a que el debate todavía no ha sido zanjado completamente. Tal y cómo se contó en ECD, ningún grupo financiero está dispuesto a ser el primero en dar el paso, para evitar una fuga de depósitos.

Algunos bancos movieron ficha hace unos años, para compensar el impacto de los tipos negativos impuestos por la política monetaria del BCE, y comenzaron a cobrar intereses por los depósitos a determinados clientes de banca privada.

Un movimiento que algunas entidades reconocían entonces que era un “ensayo”, para trasladar ese coste después también a los clientes particulares, especialmente a los menos vinculados.

Entorno de tipos de interés al alza

Sin embargo, en la cúpula de los bancos han valorado que, a diferencia de hace poco más de un año, ahora no está en cuestión la capacidad del sector financiero para hacer frente al impacto de los tipos negativos en su balance sin trasladarlo, al menos en parte, a los usuarios.

 

En aquel momento, la posibilidad de cobrar a los particulares por guardarles su dinero se planteaba como una opción que podía ofrecer a los bancos un alivio importante a su difícil coyuntura.  Pero se trata de un escenario que no se justifica en un entorno de tipos de interés al alza.

Además, se tiene en cuenta que es una medida con gran repercusión en la ciudadanía. Las principales entidades del país son conscientes de que el cobro por el dinero en cuenta sería una decisión insólita porque afectaría a la inmensa mayoría de los españoles.

A día de hoy, según datos del Banco de España, el dinero depositado por los particulares en las entidades financieras supera los 822.000 millones de euros, y existía el riesgo de que algunos clientes optaran por retirar su dinero de los bancos y decidieran guardar una parte de los ahorros en su domicilio.

Más comisiones por mantenimiento

A pesar de todo, los bancos consultados por ECD admiten que no han descartado la vía de un aumento de las comisiones que cobran a sus clientes. Hasta hace unos meses, la mayoría no cobraba por una cuenta abierta, siempre y cuando el usuario tuviese la nómina o varios recibos domiciliados.

Banco Santander, BBVA y CaixaBank han endurecido las condiciones para que los clientes puedan mantener activa una cuenta con carácter gratuito. Los menos rentables tienen que pagar, es decir, los que no tienen muchos productos contratados (los clientes con menos vinculación).

Remunerar el ahorro tras el verano

A cambio, el fin de los depósitos sin remuneración está cada vez está más cerca. Así lo reconocen a ECD directivos de las principales entidades financieras del país, que se preparan para comenzar a pagar por el pasivo a partir de la vuelta del verano.

Matizan, eso sí, que será forma gradual en el tiempo, y limitada en cuanto a tipos de interés y clientes beneficiados.

De confirmarse, se romperá una tendencia prácticamente ininterrumpida a la baja en los tipos del pasivo de 14 años, iniciada en octubre de 2008, tras la debacle de Lehman Brothers, que marcó el inicio de la Gran Crisis Financiera.

Dejar de cobrar por los depósitos

En los bancos consultados destacan que ya están dando los primeros pasos para dejar de cobrar por los depósitos y comenzar a pagar por ellos. Ponen como ejemplo que han dejado de cobrar en los últimos meses a las empresas por sus nuevos depósitos a plazo.

Era una penalización que venían manteniendo de forma casi ininterrumpida desde enero de 2019, a consecuencia de la política de tipos bajos y negativos con que el BCE trató de reactivar la economía de la eurozona.

Evitar una fuga masiva de depósitos

La reflexión interna que se ha hecho, además, en el sector es que los bancos deben ir todos a una en este movimiento tan trascendental.

No pasan por alto que, si cada banco aplica una política comercial distinta en esta cuestión, se produciría una fuga de depósitos desde los bancos que más cobran por guardar el dinero hacia los que menos, lo que perjudicaría gravemente el balance de las entidades que perdieran depósitos, amenazando con ello su sostenibilidad.

Se han limitado a rebajar la rentabilidad

Hasta ahora, las entidades han reaccionado ante los tipos negativos de los últimos años rebajando a la mínima expresión los intereses que abonan a los clientes por guardarles su dinero.

Antes de la crisis de 2008, los bancos españoles llegaron a remunerar los depósitos con más de un 5%. Esto es cosa del pasado. Los usuarios han visto cómo en los últimos años la rentabilidad de sus depósitos ha ido cayendo poco a poco, hasta llegar ya, en algunos casos, al 0%, en línea con el comportamiento de índices financieros como el Euribor.

Las rentas guardadas en las cuentas corrientes pierden cada año poder adquisitivo, al no igualar siquiera el alza de la inflación.

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