Los bancos solo devolverán a medio millón de afectados el dinero del impuesto de las hipotecas
Argumentan que la sentencia del TJUE no corrige a la ley hipotecaria española cuando exigía hasta hace un año a los clientes el pago de Actos Jurídicos Documentados (IAJD)
La resolución del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) por la que obliga al banco a reintegrar las cantidades pagadas en concepto de gastos de hipoteca a raíz de una cláusula declarada abusiva deja fuera los impuestos, como el de Actos Jurídicos Documentales (IAJD), lo que reduce las cantidades a recibir por los clientes.
Una de las claves de la sentencia europea es que devolución debe ser realizada por el banco excepto si “las disposiciones de derecho nacional aplicables en defecto de tal cláusula impongan al consumidor el pago de la totalidad o de una parte de esos gastos”
En el caso del Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (IAJD), uno de los tributos que incrementaban los gastos iniciales de la hipoteca, tenían que ser asumidos por el cliente hasta noviembre de 2018, tal y como marcaba la ley.
Por tanto, los créditos firmados hasta ese momento no pueden recuperar el importe de este impuesto, destacan a Confidencial Digital fuentes financieras, que reducen a medio de millón de hipotecados los que tendrán derecho a la devolución de la totalidad de los gastos. Desde finales de 2018, la ley cambió para asignar al banco la responsabilidad de abonar este tributo.
Supone el 70% de los gastos de la hipoteca
Este impuesto es con diferencia el que supone una mayor cuantía en la firma de una hipoteca, ya que puede superar a todos los demás gastos de esa hipoteca juntos. En concreto, el impuesto supone el 70% de los gastos de constitución de una hipoteca, que también engloban el coste de notaría, registro, tasación y gestoría.
La cantidad depende del importe de la hipoteca y de la comunidad autónoma, pero va entre el 0,5 % y el 1,5 % de la compraventa. Por ejemplo, para una hipoteca de 200.000 euros en Madrid, la cantidad asciende a 2.250 euros.
España es el país con el impuesto por la firma de hipotecas más alto de toda Europa, por encima de Francia, Italia o Portugal, donde también existe este tributo y es el cliente el que lo paga. Sin embargo, hay otros países como Alemania, Reino Unido y Holanda en los que ni siquiera existe.
