La hostelería calcula alcanzar en las cenas de Navidad un 85% de la facturación precovid

La Navidad está a la vuelta de la esquina, y con esta llegan las comidas y cenas de amigos, familiares y empresas. El final del año es una fecha en el que los españoles comparten la mesa con sus allegados y compañeros en bares y restaurantes.

Antes de la pandemia, la hostelería facturaba entorno a 12.000 millones de euros en el mes de diciembre gracias a las reuniones familiares, de amigos y a las cenas de empresa.

Sin embargo, en 2020 la pandemia dio un hachazo a los ingresos del sector en estas fechas tan señaladas. Los ingresos cayeron en torno a un 50%, situándose en los 6.000 millones, así lo corroboran los datos facilitados por la Confederación Empresarial de Hostelería de España (CEHE) a El Confidencial Digital.

Las estadísticas y las previsiones de la patronal muestran una recuperación para la campaña de 2021. Las cifras de ingresos superarán los 10.000 millones, lo que supone un 85% de la ganancia que tuvo el sector hostelero en el período de fiestas navideñas de 2019.

Las restricciones que limitaban aforos, horarios y número de comensales han decaído en 2021, ya que los números de contagios están en mínimos, la incidencia acumulada se encuentra en 49 casos por cada 100.000 habitantes, frente a los 200 que se rozaba hace un año.

Cenas de trabajo

Esto, sumado a las ganas de festejar hace que el sector espere un año de recuperación de su actividad. Sin embargo, hay un tipo de reuniones que no están respondiendo como en años anteriores, las cenas de trabajo. 

La hostelería notó hace dos ejercicios que este tipo de reuniones estaban decayendo. Las empresas empezaron a no pagar las cenas y desanimó a muchos a acudir. Este año la tendencia parece repetirse. Las primeras reservas efectuadas durante los primeros días de noviembre señalan que este segmento aún no se recupera, pero esto podría cambiar, ya que la mayoría de compañías efectúan sus reservas en los días finales del mes.

Otras dos tendencias que están notando en la patronal son la necesidad de la reserva y el aumento de los costes de las materias primas. Antes de la pandemia, era posible acudir a un restaurante para este tipo de eventos sin reserva, especialmente, fuera de las grandes urbes. Sin embargo, la reducción de aforos ha hecho que sea necesario pedir hora, y la necesidad se ha convertido en costumbre, ahora que hay más mesas disponibles.

La hostelería también se está viendo afectada por la carestía general de productos, incluso, desde la patronal señalan que es posible que algunos establecimientos suban los precios. Los márgenes se están reduciendo a la mitad, alrededor de un 4%.

El aceite de oliva, básico en las cocinas peninsulares, se ha encarecido en el último año un 25%, y las bebidas, tanto alcohólicas como azucaradas, cuestan un 11% más que en 2020. También, la factura de la luz está golpeando al sector, pero en este caso, no afecta de manera homogéneas, los locales con gran extensión, tanto de cocinas como de salas, son las más golpeadas.