Barajas gasta 240.000 euros en erradicar insectos que atraen a aves peligrosas para los aviones

Aena busca especialistas que sepan combatir el "atractivo aviar" de saltamontes, grillos o mosquitos, a fin de evitar accidentes en las pistas de despegue y aterrizaje

A falta de unos metros para aterrizar, los pilotos al mando del Airbus A350 de Iberia respiraban tranquilos. El vuelo, que venía de Bogotá (Colombia), descendía para tocar tierra en Madrid. Nada hacía presagiar un fuerte impacto en el morro de la aeronave.

Ocurrió el pasado 27 de octubre en el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. Un buitre negro se estrelló en el aire con el A350. El animal murió incrustado debajo de la cabina. Por suerte, el golpe no desestabilizó el avión y sólo los pilotos lo notaron.

Tratar de evitar este tipo de incidentes, conocidos como 'airstrikes' o ataques aéreos, cuesta dinero. Al aeropuerto Madrid-Barajas, en concreto, le va a costar 240.000 euros, que irán destinados a erradicar uno de los motivos que atraen a las aves a las pistas de despegue y aterrizaje, poniendo en peligro a pasajeros y pilotos.

Confidencial Digital ha consultado un concurso público licitado recientemente por Aena, la empresa pública que gestiona los aeropuertos, y que tiene por objeto contratar un servicio de protección frente a insectos para el aeropuerto de Madrid.

Riesgo para la seguridad aérea

Aena ha presupuestado 240.000 euros -sin IVA- para "monitorizar y controlar" las "poblaciones de insectos" en el aeródromo madrileño, "con el fin de reducir su número y así disminuir atractivo para las aves".

Así lo indica expresamente la memoria justificativa del concurso público. "Con estas actuaciones, se pretende controlar dichos focos, y así disminuir la presencia de aves en el entorno del aeropuerto que pudieran llegar a comprometer la seguridad en la operatividad de las aeronaves", recoge el documento.

"Las medidas a adoptar" corresponden a "las necesarias" para asegurar "el control de avifauna" en las instalaciones de Madrid-Barajas, líder a nivel nacional en volumen de pasajeros. Se persigue garantizar "fundamentalmente la seguridad en las maniobras de aterrizaje y despegue" a los aviones.

Aena justifica la necesidad de contratar a especialistas para reducir en el aeropuerto el número de insectos, una clase animal que genera "atractivo aviar"

Por eso, la empresa que sea adjudicada asumirá la "monitorización en continuo" del recinto, así como el "tratamiento, cuando proceda, de las poblaciones de insectos, tanto díptera [moscas, mosquitos, zancudos...] como ortóptera [langostas, saltamontes, grillos...]".

 

"Tarea crítica"

La documentación del contrato resalta el especial cuidado en evitar la presencia de insectos en los márgenes de las pistas, una "tarea crítica". La duración del contrato es de un año, con opción a prorrogarlo dos más.

El buitre negro que chocó contra el morro del avión en Barajas es una especie que puede alcanzar el metro de altura y superar los diez kilos de peso. Las estadísticas de Airbus, el fabricante europeo de aviones, muestran que la mayoría de los choques de aves se producen contra el motor y el morro. Muy por detrás quedan las colisiones con el tren de aterrizaje, las alas, el fuselaje o la cola.

El comandante de vuelo Francisco Cruz, experto en control de fauna en aeropuertos, explica a ECD que en caso de impacto o avistamiento de aves en mitad de un aterrizaje, los pilotos actúan bajo un protocolo que recomienda reducir la velocidad y encender las luces externas.

Insectos, hierba o animales muertos

Pero aparte de los insectos, la hierba sin arrancar o los restos de animales muertos arrastran a las aves hasta las pistas de vuelo, según el piloto Cruz, que es miembro del Departamento Técnico del SEPLA (Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas).

Todos los aeropuertos aplican controles para mitigar la presencia de aves y dispersarlas. Los comités de fauna contabilizan los incidentes ocasionados por animales.

Desde Aena aseguran a ECD que el Servicio de Control de Fauna minimiza estos riesgos 365 días al año, contando a la vez con un servicio de control de vegetación. "Vigila y actúa con una serie de medidas para evitar la presencia de fauna, especialmente aves, y garantizar la seguridad de las operaciones", especifican.

Los pilotos, por su parte, se comunican y reciben alertas de los controladores aéreos.

A raíz de la pandemia y el confinamiento, explica el comandante Cruz, la fauna ha marcado su territorio en zonas donde no solía frecuentar. Una de ellas son los aeropuertos. La menor frecuencia de vuelos por el coronavirus ha incrementado la presencia de animales en las proximidades, si bien en España, dice, el control ha sido mejor respecto a otros aeródromos europeos.

Video del día

Detenida en Madrid una kamikaze borracha y
con un kilo de cocaína en el maletero
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato