Irene Montero investiga si la pandemia disparó la violencia de género
El Consejo de Ministros decretó el estado de alarma en toda España el 14 de marzo de 2020, y ordenó el confinamiento general de la población en sus domicilios, como medida extrema para intentar frenar la explosión de contagios de coronavirus, que estaba desbordando los hospitales.
Una de las derivadas peligrosas que podía suponer el confinamiento era el aumento de casos de violencia de género. Se temía ese crecimiento, al tener que encerrarse en casa muchas mujeres junto con sus maltratadores, sin apenas posibilidad de salir a la calle.
El Chivato ha podido comprobar que el Ministerio de Igualdad busca saber qué efectos ha tenido la crisis del coronavirus en este fenómeno delictivo.
Para ello, el departamento que dirige Irene Montero ha encargado a la Universidad de Granada que elabore un estudio sobre el “Impacto de la pandemia de la Covid-19 en la violencia de género”.
La Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, que dirige la juez Victoria Rosell, ha contratado los servicios de esta universidad por 14.550 euros.
Tras decretar el Gobierno el confinamiento domiciliario, el Ministerio de Igualdad activó un “Plan de Contingencia contra la violencia de género debido a la crisis del Covid-19”. Este ministerio, y también el de Derechos Sociales y Agenda 2030 (de Pablo Iglesias), difundieron guías para orientar a las víctimas de esta violencia, y que pudieran pedir ayuda pese al control de sus agresores.
Además, las unidades especializadas de la Policía Nacional, la Guardia Civil y otros cuerpos policiales redoblaron sus esfuerzos. Realizaron medio millón de actuaciones en tres meses: contactos telefónicos con mujeres maltratadas, patrullas a los domicilios de las víctimas, controles a denunciados... Hubo 8.790 detenciones por estos delitos durante el primer estado de alarma.
