Moncloa vuelve a regalar relojes Festina Lotus a los funcionarios que se jubilan
La Presidencia del Gobierno es uno de los destinos más destacados que puede ocupar un funcionario de la Administración General del Estado. Participan en el engranaje que facilita el trabajo del presidente del Gobierno y del gabinete que le asiste y asesora.
Buena parte del personal que trabaja en La Moncloa lleva muchos años allí destinado. Con los que se jubilan, el Ministerio de la Presidencia tiene un detalle, como el que es habitual en ciertas empresas o instituciones con los trabajadores más veteranos: el regalo de un reloj.
El Chivato ha comprobado que la Subdirección General de la Oficina Presupuestaria y de Gestión Económica, del departamento que dirige Félix Bolaños, ha adquirido recientemente 159 relojes. Estas piezas se van a entregar “al personal jubilado del Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática y del área de Presidencia del Gobierno en los años 2019, 2020 y 2021”.
Presidencia ha pagado 11.495,3 euros por el lote completo. Es decir, que cada reloj ha costado en torno a 72 euros. Los ha comprado a la empresa Festina Lotus, que agrupa varias marcas de relojes, no sólo Festina y Lotus, también Calypso, Jaguar, Kronaby...
Cabe suponer que la pandemia del coronavirus, y la cancelación de grandes eventos que hubo que afrontar, obligó a posponer la entrega de los relojes a los funcionarios que se jubilaron en 2019, 2020 y 2021, y por eso se han adquirido ahora de golpe para quienes dejaron La Moncloa en estos años.
La entrega de un reloj, y precisamente de un Lotus, es una costumbre arraigada en el Ministerio de la Presidencia. En estas páginas se contó en diciembre de 2014, en la etapa de Mariano Rajoy, que el subsecretario de Presidencia, Jaime Pérez Renovales, iba a presidir un pequeño acto, un desayuno, en el que se homenajearía y despediría a medio centenar de funcionarios que se jubilaban.
Ya por entonces a esos funcionarios se les obsequió con un reloj, también de la marca Lotus. En aquel entonces se apuntó que el precio del regalo rondaba los 90 euros.
