Perplejidad en los bancos porque Sánchez les cite por sus nombres “a lo Pablo Iglesias”
Los despachos de la Ciudad Financiera del Santander, del edificio ‘La Vela’ del BBVA, o de las Torres Kio de CaixaBank, estallaron el pasado martes a mediodía, cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció por sorpresa un impuesto a las “grandes entidades financieras”, en su discurso en el Debate del Estado de la Nación.
Los principales bancos vieron cómo, tras las palabras de Sánchez, su valor en Bolsa se desplomaba. De la estupefacción inicial se pasó al cabreo más absoluto. Al término de la sesión, las entidades en su conjunto perdieron en total casi 5.000 millones de euros de capitalización.
Sin embargo, El Chivato ha podido escuchar a directivos de varios bancos destacar que el momento de mayor perplejidad se produjo horas después.
Pedro Sánchez caldeó aun más los ánimos de los presidentes y consejeros delegados de los principales bancos cuando, por la tarde, en respuesta al líder de Vox, Santiago Abascal, detalló el incremento del beneficio obtenido por la banca española en 2021 en comparación con el ejercicio anterior.
“¿Qué problema tienen ustedes señorías en que también las grandes entidades financieras de nuestro país arrimen el hombro y echen una mano a los problemas de las familias, de las empresas y de la gran industria?”, preguntó Sánchez.
Y continuó. Los beneficios de los bancos españoles, subrayó el presidente, han aumentado “aún más”. Por ejemplo, desglosó, “Santander más de un 58% respecto el año anterior, BBVA más de un 59% respecto el año anterior, La Caixa más de un 22% respecto el año anterior, Sabadell más de un 10% respecto el año anterior”.
El Chivato ha podido escuchar a estos mismos altos ejecutivos admitir que no daban crédito a lo que estaban escuchando. En boca del mismísimo presidente del Gobierno. Aseguran que los teléfonos comenzaron en ese momento a “echar humo”, más incluso que tras el anuncio del nuevo impuesto que se había producido cinco horas antes.
“Nos lo hubiéramos esperado de Pablo Iglesias, porque ya nos ha señalado otras veces por nuestro nombre, al igual que a Amancio Ortega y Florentino Pérez. E incluso también de Irene Montero… y hasta de Yolanda Díaz. Pero no de Pedro Sánchez”, reconoce uno de ellos con cierto enfado.
Critican, además, que Sánchez obvió en su respuesta a Abascal que ambos ejercicios no son comparables, al estar distorsionadas las cuentas de 2020 por haberse anotado fuertes provisiones por el impacto de la pandemia. “No sabe ni de lo que habla, y eso que dice que es economista”, bromea otro directivo bancario, no sin cierta sorna.
