Al piloto Pedro de la Rosa, que, según se acaba de saber, renunció a su sueldazo en McLaren para cobrar tres veces menos pero seguir corriendo

A Pedro de la Rosa le tiró más su afición al volante que la chequera. El pilóto catalán renunció a su sueldo en McLaren para cobrar, tal y como se ha hecho público recientemente, tres veces menos en su nuevo equipo, Sauber. En más de una ocasión, De la Rosa admitió que no perdía la esperanza de pilotar algún día un McLaren. Tras una lesión de su compañero Juan Pablo Montoya lo consiguió, y convenció con grandes actuaciones en pista, pero sólo al público. Su equipo le reservó para hacer tests. Al final, su vocación se ha impuesto a su ambición económica. El catalán es todo un ejemplo de superación personal, de no rendirse. Guinda a la humildad del esfuerzo.

 

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