A Rafael Ballùs y Victòria Peralta, que dirigían el Hospital Arnau de Vilanova (Lérida) cuando murió una enferma de cáncer por el retraso de su operación
Un juzgado de Barcelona ha condenado al Servicio Catalán de Salud a indemnizar con más de 162.000 euros a los familiares de una mujer que murió en 2008 por un cáncer en las glándulas suprarrenales tras 11 meses esperando una operación. Según la sentencia, el Hospital Arnau de Vilanova, de Lérida, extravió los resultados del TAC que se le hizo a la paciente tras detectarle manifestaciones de cáncer. Finalmente la enferma no fue operada hasta casi un año después de que le detectaran el cáncer. La mujer murió meses después. El juez considera probado que el retraso hizo que disminuyeran las posibilidades de supervivencia de la paciente. Guindilla para Rafael Ballùs y Victòria Peralta, que fueron los dos directores del citado hospital durante esos meses de retrasos y negligencias.
