Delenda est Rajoy

Lo que está ocurriendo en la política española actual, tiene su antecedente más próximo en la transición, cuando desde el diario Pueblo, su director Emilio Romero, publicó un tremendista editorial titulado Delenda est Suárez, que tenía su referencia en la clásico dicho de Catón el Viejo, Delenda est Carthago, hay que arrasar Cartago. Hoy el nombre a arrasar es Rajoy especialmente por parte del PSOE, Ciudadanos y todas las fuerzas independentistas y falsamente revolucionarias. Que Alberto Rivera se haya unido a esta destrucción de Rajoy invocando la transición a la democracia, que culminaron el Rey Juan Carlos, Adolfo Suárez y el pueblo español mucho más maduro que sus políticos, es cuando menos sospechoso. A esta destrucción política de Suárez contribuyó mucho la visceralidad radical del PSOE, como se puede leer en las terribles diatribas que el entonces poderoso Guerra -quien con el puño en alto glorifica al jefe del SOMO-UGT (Villa) y mandamás Asturias, los veranos en Rodiezmo- lanzaba contra Suárez a quien lo mismo llamaba tahúr del Missisipi o golpista que tiraba de la bridas del caballo de Pavía, entre otros exabruptos. Con la destrucción de Suarez las fuerzas más reaccionarias intentaban hundir a la UCD, exactamente lo que se pretende hoy con Rajoy. Entonces lo lograron con la colaboración de algunos barones de la propia UCD, hoy puede repetirse el golpe político y Rajoy puede ser destruido.

Algunos políticos son como el perro del hortelano, ni comen ni dejan comer y practican el tópico de: o yo o el caos. Si yo no gobierno que he sido el perdedor, como Sánchez, nadie está legitimado a gobernar y mucho menos el que ganado las elecciones, con mayoría, pero no suficiente para gobernar en solitario. Si el caso de Rajoy fuera el de Pedro Sánchez, es decir si en lugar de obtener el peor resultado que nunca ha obtenido ningún Secretario del PSOE, hubiese ganado las elecciones con el mismo número de escaños que los obtenidos por Rajoy, sería Pedro Sánchez hoy presidente del gobierno pactando con todos los partidos separatistas, independentistas, comunistas y leninistas y dejando en la cuneta al socio Ciudadanos, que según el pico de hierro de Podemos es el candidato de la Bolsa y de la gran patronal catalana. Tal como están las cosas los políticos en sus posturas actuales de vetos, contra-vetos, fobias y filias, parece querer volver a los peores momentos de las dos Españas y a los españoles sólo les espera más paro, pensiones más bajas, peor calidad y deterioro de los servicios: es decir más demagogia y populismo insufrible e inservible, como decía hace unos días el nada sospecho de derechista José Luis Corcuera al que incluso dentro del PSOE no quieren ver en pintura. Ante esta situación tan esperpéntica que haría las delicias del autor de Las Cuernos de Doña Friolera, Valle Inclán porque en la España actual los políticos viven de besos, de celos, de desplantes y de trasplantes, de citas a solas y de infidelidades políticas, son los españoles los que deben decidir con sus voto secreto e igual a quienes deben gobernar. Los políticos hacen asco de las elecciones, no porque supongan un gasto excesivo para los españoles, sino porque muchos de ellos irían al paro al no tener profesión cualificada para ganarse la vida fuera de las alfombras y sillones de los puestos públicos. Lo peor para los españoles está en que la economía se está ralentizando, la inversión que produce trabajo no llega o se está retirando, los capitales huyen. Todo lo que se iba logrando con muchos esfuerzos puede venirse abajo. Partir de cero, eso sí que causa más prejuicio, que jubilar por como incompetentes a los políticos que en su erótica del poder sólo piensan a corto plazo en sí mismos. El Pueblo tiene que volver a hablar porque en una democracia la soberanía reside en el pueblo y no las maniobras de los líderes, que sólo piensan en ellos mismos, o como mucho en sus militantes y en sus votantes. España no necesita tanta politiquería, ni tanto sectarismo y odio, sino más educación de calidad de la que nadie habla y a la que muchos quieren manipular para imponer su ideología política como sea y contra quien sea.

 

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